La policía está investigando a tres empleados porque dicen los veterinarios que, según las posturas en las que estaban los gatos, se nota que estaban drogados. Y es que hay una foto en la que un gato tiene los auriculares puestos y un cigarrillo en la boca.
De momento, los culpables no han sido sancionados, pero les puede caer desde una suspensión temporal hasta el despido sin derecho a liquidación. Se lo merecen...
¿Qué os parece drogar animales por diversión?
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