Ahora ha surgido la oportunidad de poder aportar mi trabajo entrenando animales del Santuario Salvando Peludos para combatir sus miedos, facilitar el contacto veterinario y sus muchas dificultades y, en definitiva, aportarles mayor calidad de vida. Animales que vienen de una vida oscura donde encuentran algo de luz, y no trabajo en un zoo, donde los animales es mejor no saber de donde vienen y, a pesar de estar proporcionándoles una mejora en su día a día, no es menos cierto que de una u otra forma continúas alimentando una industria cuyos fines ni métodos comparto.
Así que, ¡muchas gracias por la oportunidad de tener este intercambio!