Todos o casi todos sabemos los miles de abandonos que se producen cada año en nuestros barrios, calles y carreteras. Además, tenemos que añadir la cantidad de animales que son maltratados y asesinados a manos de indeseables. Muchos lo vemos, muchos conocemos algún caso, muchos nos indignamos pero no todos luchamos para que esto cambie. Escuchaba el otro día como una señora decía que ver a un perro o gato en la calle atropellado, sediento, hambriento o herido formaba parte de la imagen normal de un pueblo o ciudad. No señora, no se confunda, jamás nos acostumbraremos a ver tal estampa. ¿Quién es capaz de acostumbrarse a vivir y sentir el dolor y sufrimiento de un ser vivo sin que la rabia y la impotencia inunden cada poro de la piel?.
Copo, adoptado y totalmente recuperado
Hace unas semanas rescatamos a Copo. Copo había sido tiroteado en un polígono industrial de Burguillos, un pueblo de la sierra norte de Sevilla. Una llamada desesperada nos informaba de tal atrocidad. Allí estaba Copo, tumbado sin poder moverse con una de sus patas llenas de sangre. Nos vio y no paró de mover su rabo y darnos lametones. ¿Cómo podía seguir confiando en la raza humana después de que un malnacido hubiera intentando acabar con su vida?. Ashley Montagu dijo: "Llegará un día en que los hombres como yo verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre". Nosotros nos preguntamos cada día: ¿llegará?Manuel Romero
Editorial Revista Julio 2014 econcienciacion
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