Estas fotos son más habituales porque las mariquitas suelen estar quietas un poco y se dejan coger. De pequeña las poníamos en la mano y pedíamos un deseo, si echaba a volar se cumplía. Ya no recuerdo lo que pedía y si se cumplieron mis deseos o no pero era divertido. También les contábamos los puntitos para ver cuántos años tenían, no sé si será cierto o es un cuento de los que nos contaban antes, yo siempre he pensado que era así.
Esta me la encontré en una maceta del balcón, está posada sobre una hoja de la flor del dinero, que no sé qué otro nombre tiene y no pude evitar ir a por la cámara y sacarle una foto.
Vosotras también hacéis lo mismo?