Cataratas en perros



Alguna vez te has fijado en algún perrito con el interior de los ojos opaco blanquecino. Al igual que en humanos esto podrían ser cataratas y nuestros perros las padecen de forma similar normalmente con la edad.
Nos daremos cuenta de que nuestra mascota tiene cataratas  cuando veamos  que el cristalino de su ojo tiene un aspecto opaco y blanquecino y observemos que al moverse por casa o en el parque con otros perros se muestra  torpe.
Las cataratas en perros producen la opacificación del cristalino del ojo, que es una lente intraocular transparente que se encuentra inmediatamente por detrás de la pupila. Debido a esto la lente adopta una coloración blanquecina o azulada que impide el paso de la luz hacia la retina conduciendo a la pérdida progresiva de la visión de nuestra mascota.
Habitualmente se relacionan las cataratas en perros, con animales mayores (cataratas seniles), pero esta enfermedad puede darse también en animales jóvenes (cataratas juveniles) o incluso en recién nacidos (cataratas congénitas).
Las más comunes son las cataratas juveniles, que responden a un patrón hereditario y se presentan entre los 5 y 7 años de edad en las razas Cocker Spaniel, Caniche, Fox Terrier, Siberian Husky, Schnauzer, Bichon Frisé, Golden Retriever, Labrador, Pequinés, Shih Tzu, Lhasa Apso, Rottweiller, Afganos, Staffordshire Terrier y Boston Terrier.
La edad de presentación en estas cataratas seniles es a partir de los 10 años en las razas pequeñas y de los 6 años en las razas grandes y gigantes. Por eso en caso de sospecha es muy importante un diagnóstico temprano y una consulta de especialidad en oftalmología veterinaria.
Debemos no  obstante reseñar que algunas enfermedades como la diabetes pueden ocasionar cataratas, siendo estas de evolución muy rápida y consideradas una urgencia en oftalmología veterinaria.
Es muy importante la revisión ocular anual aprovechando la visita al veterinario, pues los propietarios no perciben la opacidad hasta que no se hace evidente la catarata (en este punto la catarata es ya bilateral y suele afectar al 40-50% del cristalino), es decir dos años después del inicio del proceso.
En términos generales, un perro empezará a manifestar la ceguera cuando haya perdido por lo menos el 80% de su capacidad visual, no manifestando grandes problemas para seguir con una vida normal.
Muchas veces ese proceso va acompañado de cambios en el comportamiento del animal,  se reduce su actividad, tienden a permanecer más cerca de su dueño y se movilizan con mayor precaución.
Lo aconsejable en estos casos es mantener un ambiente estable, sin cambios en la disposición de los muebles de la casa; proteger al animal del acceso a las alturas, escaleras, exterior de la casa e incrementar la comunicación verbal y física con la mascota ciega.
Tanto si nos decidimos a operar de cataratas como si no, o nuestro paciente nos viable para cirugía, en la clínica veterinaria María J. Cabeza buscamos soluciones para que usted y su mascota disfruten de la mayor calidad de vida posible para ambos.
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