En las primeras semanas son dependientes de su madre ya que nacen sordos y ciegos, así que ésta los estimula con la lengua para que puedan orinar y defecar, luego es la que se encarga de limpiarlos comiéndose todos sus desechos. Los gatitos se guían percibiendo el calor de la madre para alimentarse y duermen la mayor parte del día.
En su segunda semana de vida ya comienzan a abrir los ojos y a percatarse de lo que hay a su alrededor, comienzan a moverse más y a deslizarse por todo el lugar, por esto es importante que su zona esté bien limitada y alejada de los miembros de la familia.
Cuando ya alcanzan un mes de vida se despierta su curiosidad y empezarán a morder y/o arañar objetos y ya pueden sostenerse con facilidad así que lo más seguro es que sigan a la madre por todo lado queriendo alimentarse, además comienzan a juguetear entre ellos corriendo por toda la casa
Hasta el mes y medio es óptimo que consuman solo leche materna y a partir de ahí ya podes dejar que coman un nuevo alimento. Las croquetas remojadas preferiblemente con agua y se las das en forma de papilla y poco a poco los separas de la madre para facilitar el destete, lo podes hacer colocándolos con ella por las noches y los separas al despertar por la mañana y luego los colocas de nuevo con ella al medio día y de nuevo por la noche con el fin de evitar que lastimen a la madre con sus dientes o uñas.
Si por cualquier motivo nuestro gatito no puede contar con el cuidado y la protección de su madre, es recomendable que acudamos al veterinario para que este nos pueda guiar en las pautas a seguir, siendo lo más probable que nos recomiende leche para gatitos maternizada, la cual pese a no ser tan beneficiosa en términos nutricionales e inmunitarios como la leche materna natural, nos permitirá que nuestro cachorro esté alimentado y crezca sano y fuerte a pesar de no poder alimentarse de leche de su madre. Debemos de darle la toma cada tres horas y también durante la noche, procurando que la leche se encuentre similar a su temperatura corporal, similar a la que tendría la leche de su madre.