Pero, de todos modos, hay ciertas cosas que sí sabemos y las tenemos bien en claro, y están relacionadas con lo que menos les gusta que les hagan a ellos. Aquí te contamos algunas de ellas.
En primer lugar, lo que más odian los gatos es que los mojen y, por lo tanto, el agua. Aunque no es que odien en sí el agua, detestan ser mojados por ella.
Esto incluye, por supuesto, ser bañados y que los salpiquen. Principalmente, se cree que esto se debe a que el origen de los felinos es de zonas desérticas. Aunque otras teorías abordan que su aparato respiratorio es muy delicado, y es por ello que, al mojarse, podrían enfermarse rápidamente, algo que remite sin dudas, al instinto de este animal.
Otra cosa que ellos odian profundamente son los ruidos muy fuertes. Y es que los gatos tienen un sentido del oído muy desarrollado, con los cual, ruidos como las bocinas, los gritos, los ladridos de los perros e incluso la aspiradora, les causan molestias vinculadas al estrés y la ansiedad. Lo aconsejable, es acostumbrarlos a estos sonidos cuando son muy pequeños.
También los olores fuertes es algo que no toleran y está íntimamente vinculado a sus sentidos muy desarrollados, en este caso, el olfato. Ellos odian cuando los humanos cocinan comidas con ajo, vinagre o cebolla y también que las personas fumen cerca de ellos. Es por todo ello que a veces los podemos notar con mala cara cerca nuestro, no es más que hacernos notar su disconformidad.
No prestarles atención puede resultar un “pecado capital” en nuestra relación con ellos. Si bien sabemos que son sumamente independientes y que precisan de su espacio, los felinos odian que los ignoren. Cuando ellos quieren ser tenidos en cuenta, harán lo imposible para hacértelo notar, ya sea paseándose a nuestro alrededor, maullando e incluso llegando a modernos levemente.
Ahora bien, no cometas el grave error de, al prestarles mucha atención, mirarlos fijamente porque es algo que tampoco les gusta. Y es que, para ellos, el contacto visual directo y sostenido, es un signo de dominancia e incluso de amenaza. Es por eso que, para ganarte la confianza de tu minino, deberás mirarlos a los ojos y parpadear suavemente cuando lo haces. Hay quienes dicen que si te devuelve la mirada y también parpadea, es como una especie de beso que él te estará ofreciendo y habrás ganado su amistad.
Sabido es también la pulcritud que este sofisticado animal tiene, y es por este motivo que odian con todas sus fuerzas las cajas de arena sucias donde ellos hacen sus necesidades. Que nosotros no las limpiemos es algo que los gatos odian sobremanera. Y es por ello que, si las mismas están sucias, ellos buscarán nuevos lugares para hacer sus necesidades.
Tampoco los felinos disfrutan ser muy manipulados, y en ese sentido, si bien odian ser ignorados, tampoco les encanta que les estén demasiado tiempo encima. Habitualmente, los gatos nos disfrutan de ser manoseados permanentemente y esto responde particularmente a que los gatos utilizan el contacto físico como forma de dominación sobre sus semejantes.
Es por ello que las visitas al veterinario no son sus principales “excursiones” que ellos más disfruten. Para que no impliquen un verdadero estrés para ellos, también aquí lo importante es acostumbrarlos desde pequeños, incluso a ser transportados.