El interés por combatir el envejecimiento físico constituye una obsesión para muchas personas que se niegan a aceptar el paso del tiempo y sus efectos: tratamientos quirúrgicos, cremas milagrosas, medicamentos poco fiables, etc. En los últimos años, la preocupación se ha centrado en combatir la oxidación celular y la acción de los radicales libres. Por eso, términos como 'antioxidante' o 'anti-radicales libres' se han hecho cada vez más presentes dentro de la información.
El caso de nuestras amigas las mascotas es muy similar al nuestro: los animales también sufren el envejecimiento celular, sólo que en vez de manifestarse a través de arrugas o canas, lo hace a través de una serie de cambios en el organismo, tales como lesiones celulares o inhibiciones enzimáticas, procesos que merman sus defensas inmunológicas y algunas de sus funciones fisiológicas, aumentando la probabilidad de que se presenten enfermedades relacionadas con la vejez.
La oxidación celular
Necesitamos del oxígeno para respirar. Por otro lado, este elemento es el responsable de la oxidación celular. El que inhalamos sirve mayoritariamente para producir energía para el organismo, pero un pequeño porcentaje produce radicales libres (RL). Éstos se forman de manera normal y habitual en el cuerpo al metabolizar el oxígeno.
Uno de los principales efectos de los radicales libres sobre el organismo es una alteración en los lípidos (grasas), dañando la membrana celular y pudiendo provocar la muerte de dicha célula o alteraciones desencadenantes del cáncer. El cuerpo produce naturalmente sustancias que previenen la formación de los radicales o los atrapan, evitando sus perjudiciales efectos. Estas sustancias son los antioxidantes.
Sin embargo, en determinadas situaciones, se forma una mayor cantidad de radicales libres, produciéndose un desequilibrio entre la cantidad de antioxidantes que el cuerpo es capaz de sintetizar y los radicales libres que se crean. Es entonces cuando existe un mayor riesgo de lesiones celulares graves.
El secreto de los bioflavonoides
El tratamiento contra el envejecimiento en animales debe estar orientado hacia la ralentización de los procesos biológicos típicos de la edad y a la supresión de las enfermedades geriátricas. Las vitaminas C y E llevan utilizándose desde hace tiempo, además de los carotenoides, el selenio, el zinc y el cobre. Últimamente, los alimentos están empezando a contar también con los denominados bioflavonoides o flavonoides.
Los flavonoides son un grupo de sustancias naturales, de origen vegetal y presentes en un gran número de alimentos, frutas y verduras principalmente. Las propiedades biológicas, farmacológicas y médicas de los bioflavonoides han sido extensamente revisadas.
El efecto antioxidante de los flavonoides radica en su acción captadora de radicales libres y en su habilidad para quemar metales, evitando así los efectos de éstos sobre las células: inhibición de enzimas, lesiones celulares, acciones mutagénicas cancerígenas... Pero además de esta importantísima función antioxidante, estas sustancias poseen otras funciones igualmente importantes para evitar o ralentizar el envejecimiento celular y mejorar la salud del animal.
Aliados del sistema inmune
El sistema inmunitario es muy sensible al proceso oxidativo. Las células inmunitarias requieren mayores niveles de antioxidantes que otras células dado que presentan un mayor riesgo de lesión oxidativa. Por ello, existe una relación entre malnutrición y problemas inmunológicos. Un animal que sigue una dieta pobre o que ha sido incorrectamente alimentado sufre más infecciones, enfermedades cardiovasculares, artritis y cáncer.
Si no se ingiere una cantidad suficiente de antioxidantes, pueden verse alteradas diferentes funciones inmunológicas. Numerosos estudios han observado que si se suplementa la dieta del animal con antioxidantes, mejora notablemente su capacidad a la hora de hacer frente a diferentes patologías. En cachorros que son alimentados con dietas suplementadas con antioxidantes, se ha observado un mejor estado inmunitario y una mejor respuesta a la producción post-vacunal de anticuerpos.
Múltiples beneficios
Se sabe que durante un proceso alérgico se libera histamina -sustancia responsable, entre otras, de picor, enrojecimiento, hinchazón, etc.-. Los bioflavonoides inhiben la liberación de la misma y el aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos inducido por ésta, así como la reacción alérgica.
Igualmente, existen estudios que demuestran ciertos efectos anticancerígenos de algunos flavonoides. Éstos pueden ser debidos a la acción que ejercen dichas sustancias sobre el sistema inmunitario, mejorando las defensas naturales del organismo, o a su función antioxidante, combatiendo la acción mutagénica de los radicales libres.
Se ha descrito a los flavonoides como efectivos en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades hepáticas, así como en arritmias cardíacas u otras patologías del sistema cardiovascular. Por otra parte, una diabetes mal controlada puede provocar cataratas. En este sentido, los bioflavonoides pueden llegar a prevenirlas. Así pues, el empleo de antioxidantes en la dieta de nuestro amigo canino o felino cobra vital importancia para su buen estado de salud.
Fuente de información: Affinity-petcare.com