En este artículo os vamos a hablar del Bakeneko, que es un gato de habilidades sobrenaturales salido del folklore japonés.
Bakeneko, el gato que se transforma
Bakeneko viene del japonés (化け猫) y quiere decir, literalmente, gato que se transforma. Aunque también se le puede llegar a conocer como gato monstruo o gato fantasma.
Los Bankeneko tiene la habilidad de volar y de caminar sobre sus dos patas. Además podían cambiar de forma de tamaño y les gusta transformarse en gatos más pequeños o en humanos, y como humanos les gusta ponerse una toalla en la cabeza y bailar (cosas de gatos ). Algunos llegaban a aprender a hablar idiomas humanos. Pueden llegar a comer cosas mucho más grandes que ellos, como podría ser su amo para transformarse en él y ocupar su puesto. Si decidía no matar a sus dueños les dejaba maldiciones y mala suerte. Hay quien dice que eran capaces de invocar bolas de fuego fantasmales con las que han provocado incendios en casas, usando sus colas de antorchas (algo parecido a la historia del Bobtail Japonés). Había gente que afirmaba que eran capaces de reanimar a los muertos y usarlos al estilo de marionetas.
Según hemos encontrado parece ser que cualquier gato puede convertirse en Bakeneko. Hay varios motivos por los que puede producirse esta transformación, aunque hemos encontrado contradicciones entre varias páginas que hemos visitado.
Uno de los motivos es la edad, pero hay quien dice que el gato debe vivir 100 años (cosa que no nos encaja pues los gatos de aquella época no estaban tan bien cuidados como los de la actualidad) pero que, curiosamente, cuando cumplían 13 años los echaban de casa por miedo a que se convirtiese en un Bakeneko (no tiene sentido pues aún quedarían 87 años para que se convirtiese en uno). Otra que hemos encontrado indica que debe ser un gato muy viejo, que en aquella época era a partir de los 13 años, cosa que encajaría con lo de que la gente abandonase a sus gatos a esa edad.
Tener la cola larga sería otro de los motivos por el que un gato se convertiría en un Bakeneko, por eso mismo cortaban las colas a los gatos.
Otro motivo sería que el gato hubiese adquirido un kan de peso (lo que serían 3,75Kg). Sora ahora mismo se habría convertido en dos Bakeneko!
Y el último motivo por el que un gato se convertiría es por haber ingerido mucha cantidad de aceite. Antiguamente se utilizaban lámparas de aceite, en Japón utilizaban aceite de pescado que era más barato y por eso mismo los gatos se sentían atraídos por ese aceite.
De dónde proviene el Bakeneko
Como hemos dicho, uno de los motivos por los que un gato podía mutar era por tomar mucho aceite. Como ya sabemos, los gatos son animales carnívoros que se dedican a cazar. En esa época la gente de Japón subsistia a base de verduras y granos, y lo que les sobraba se lo daban a los gatos. Evidentemente, los pobres animales tenían que buscar las proteínas por algún lado y aprovechaban el aceite de las lámparas que estaba hecho a base de pescado. Ahora imaginaos la escena, una lámpara de aceite puesta sobre una mesa y un gato sobre dos patas lamiendo el aceite. Evidentemente si está delante de la lámpara proyectará una sombra muy grande contra la pared de un ser que está sobre dos patas. De ahí proviene la idea de que es capaz de transformarse en una persona.
También creían que los maullidos de los gatos intentaban imitar el sonido de las palabras humanas. Esto, en mitad de la noche, debe dar mucha rienda suelta a la imaginación y la gente empezaba a decir que había oído a su gato hablando en japonés.
Si tenéis curiosidad por los Bakeneko os dejamos un par de enlaces con más información: Hyakumonogatari Kaidankai y Yokai.
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