A principios de siglo pasado, concretamente en el año 1908, la Señora Lee en Nueva Zelanda y el Señor Kiesel en Londres, en sus respectivos aviarios de canarios, obtuvieron por primera vez un canario blanco genotípicamente homocigoto (ECB/ECB), es decir, que presentaba el gen blanco por duplicado. En este sentido, el comportamiento genético era diferente con relación al canario blanco dominante. Se trató, por tanto, de un factor recesivo, por lo que el genotipo debía escribirse con letras minúsculas: (cb/cb).
Existen dos clases o modalidades de blancos recesivos: el blanco recesivo inglés y blanco recesivo alemán. Ambas variedades están altamente despigmentadas. El más importante de ellos es el canario blanco recesivo inglés, en el que el color blanco se manifiesta con gran nitidez en la totalidad del plumaje, sin rastro alguno de incrustaciones de pigmentos lipocrómicos, a diferencia del blanco dominante, que los tiene en determinadas zonas (remeras, cuello y timoneras). Ni siquiera se observa el color amarillento de la piel, apareciendo una tonalidad violácea debida a la falta de luteína o pigmentos grasos.
Dominante vs. recesivo
El mutante cb es el gen blanco recesivo, y por esta condición los CB/CB+ conservan los lipocromos y los cb/cb son blancos recesivos purísimos. El término lipocromo viene del griego y significa color otorgado por las grasas, pero en el caso del canario blanco recesivo, las grasas no dan ningún color, apareciendo la ya citada tonalidad violácea de la piel, y el plumaje de un blanco total. Estas aves presentan ojos negros, mientras que patas y uñas son de color claro.
En general, por parte de aficionados y en la celebración de concursos de canarios de color, los ejemplares blancos recesivos son más admirados y gozan de mayor interés que los blancos dominantes debido a que la blancura que presentan los primeros es más perfecta y bella.
Hipovitaminosis A
En los blancos recesivos la inhibición para la producción de lipocromos es completa. La razón está en la falta de las enzimas precisas durante el proceso de asimilación de los carotenoides. El hecho de que en estos canarios la asimilación de vitamina A no tenga lugar, produce la decoloración de la piel, de grasas y de las plumas. Tampoco habrá síntesis de vitamina A en el hígado, debido a una tara en su metabolismo íntimamente asociada con la presencia del genotipo blanco recesivo. Esta carencia debe ser tratada con precaución a la hora de criar.
Durante un tiempo se pensó que los canarios blancos recesivos eran más delicados que otras variedades y, a tenor de ello, los criadores recomendaron encarecidamente no emparejar nunca un blanco recesivo con otro blanco recesivo en ejemplares de línea clara, ya que la progenie obtenida habría sido sumamente delicada y difícilmente habría alcanzado la edad madura.
Sin embargo, donde observamos precisamente que este gen no es letal es apareando blancos recesivos entre sí, obteniendo blancos recesivos normales. Sin embargo, esto no ocurre con el canario blanco dominante, que presenta el problema durante la homocigosis, es decir que, en cuanto en el cigoto se encuentran dos cromosomas que contengan los genes de blanco dominante, se creará factor letal y con ello la muerte.
Resolver la deficiencia
Es un hecho ampliamente aceptado que la mutación blanco recesivo es incapaz de transformar la vitamina A de la dieta en una forma asimilable y, por consiguiente, el criador deberá cerciorarse de que el pájaro no sufra carencias de esa vitamina ya que, de lo contrario, podría tener problemas de salud. Deben vigilarse de forma particular las épocas de reproducción y muda, así como determinadas situaciones anómalas.
La solución es fácil: basta con añadir suplementos vitamínicos a las semillas o al agua. Un método más tradicional consiste en administrar a las aves dosis constantes de sebo de buey. También es frecuente entre los canaricultores la administración de aceite de hígado de pescado (halibut o bacalao, por ejemplo), que contiene gran cantidad de esta vitamina.
A pesar de que esta teoría hipovitamínica está muy extendida, hay expertos que afirman todo lo contrario, invitando al resto a que los reproductores blancos recesivos reciban el mismo trato que otras variedades, sin ningún tipo de aditivos. Algunas experiencias demostraron que, durante un periodo de varios años, el éxito en la reproducción y la cría de los canarios portadores de las mutaciones de blanco recesivo había sido el mismo que el obtenido con canarios tratados con suplementos vitamínicos.
Imágenes: wikimedia.org, wikipedia.com.