Al sentir que la niñera podría castigar al bebé por haber cometido una travesura el gato cuidador, la acosa atacándola y la acorrala, al final pareciera que ella le da explicaciones al gato, de que no iba a hacerle daño al niño. Que cosas!
Así que que mejor que entrenar a nuestro gato cuidador que actúe de inmediato y no poner las camaritas, que para cuando podamos acudir, el daño ya está hecho al niño.