Esta es la historia de Chloe, una perrita grande que fue encontrada abandonada, y la llevaron a un refugio. En el refugio los perros tienen comida, agua y una habitación, pero lo cierto es que no lo llevan muy bien, y Chloe es un ejemplo: estaba siempre asustada y angustiada, y se pasaba el día en su cuartito, mirando hacia la pared. No sabía confiar en la gente otra vez, no después de ser botada a la calle como un trozo de papel.
A los cuidadores se les rompía el corazón, pero en los refugios hay cada vez más perritos que necesitan cuidados, y es imposible atenderlos a todos tanto como les gustaría. Por eso tienen las casas de acogida.
Aquí es donde entra Darvish, que aceptó acoger a Chloe hasta encontrarle una familia definitiva.
¡Fue una odisea llevarla a su casa! La perrita no quería salir de su habitación. Tenía miedo a todo: miedo a la calle, a ser abandonada de nuevo, a confiar en los humanos, a seguir a alguien hasta ser botada otra vez.
Poco a poco, los cuidadores la llevaron hasta afuera. No la apresuraron ni tiraron de la correa, lo que demuestra su buena mano con los perros. La animaron con golosinas, caricias y palabras amables, y poco a poco Chloe dejó la habitación, los pasillos y llegó al patio, aunque evidentemente solo quería volver a la seguridad. Lograron subirla al carro.
Durante el viaje, una de las cuidadoras se sentó atrás con ella, porque estaba muy angustiada. Y cuando se detuvieron… necesitaron una hora para animarla a volver a salir. ¡Pobre Chloe! Estaba muy mal.
Una vez en casa de Darvish, no la acosaron a caricias y palabras alegres. Soltaron la correa y la dejaron explorar a sus anchas, que hiciera lo que quisiera, que se sintiera a salvo. Chloe rápidamente encontró un rincón en el dormitorio, y allí se quedó.
Su papá de acogida tardó tres días en conseguir que la perrita comiera de su mano, pero a partir de entonces las cosas comenzaron a mejorar. En cuestión de semanas, Chloe lo seguía a todas partes: había descubierto que aquel humano era bueno con ella y podía confiar en él, así que iba detrás todo el tiempo, se apoyaba en su pierna o ponía la cabeza en su hombro. Solo quería estar en contacto.
Como es de esperar, Darvish se retiró de la acogida… lo que quería era adoptar a Chloe para siempre.
Marcos Mendoza
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