El milagro se dio en las playas de Alvarado, en el Golfo de México, donde esta especie es endémica, sobre todo en las zonas de Veracruz y Tamaulipas. Desde el momento en que la madre puso los huevos hasta el nacimiento pasaron 45 días, y para protegerlos, los técnicos del campamento tortuguero los colocaron en una cajita para la incubación.
Es posible que el alto número de huevos que no consiguieron llegar a término su proceso de incubación no lo hicieran debido a la contaminación de la arena y las altas temperaturas. Las crías que sobrevivieron fueron liberadas en la misma playa de su nacimiento. ¡Espero que tengan suerte!
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