Hoy quiero hablarte de Bette, una perrita muy ansiosa, y Fern, su humana, autora de un libro sobre perros aventureros con el que pretende dar ideas para lidiar con la hiperactividad.
Antes de todo, tenemos a Bette, una perrita con cero confianza en sí misma, con muchísima energía, ruidosa y muy movida. Estaba siempre ansiosa, tensa, y no se relacionaba bien. Fue entonces cuando Fern encontró, por pura casualidad, una tienda donde vendían ¡mochilas para perros! ¿Pero cómo? ¿Eran mochilitas para ponerles? No sería una mala idea (de hecho, era muy común ponerles un poco de peso para que se cansen más y se sientan útiles).
No obstante, resulta que aquellas mochilas eran concretamente para meter al perrito dentro, cómodo, con la cabeza fuera, y poder cargarlos. Y puede que digas que un chihuahua bueno, pero Bette era una perrita mediana-grande, así que… ¿cómo podía ser?
Bueno, pues la mochila era más que suficiente para su tamaño, y era perfecto para ella. ¿Y qué hizo Fern entonces? Con Bette a la espalda en su mochila de seguridad, la humana salió en una ruta en bicicleta.
¡Aquello fue increíble! El comportamiento de Bette comenzó a mejorar ¡en el acto! Le encantaba estar viendo desde su espalda, observando cómo el paisaje cambiaba y corría, disfrutando del viento, y de la seguridad de estar con su humana todo el tiempo. ¡Fue único! Desde entonces, Bette reconocía la mochila igual que otros perros reconocen la correa, y se ponía muy contenta, con ganas de salir, de que su humana no la dejara en casa.
Y después de eso, comenzaron a hacer más rutas, y cada vez más actividades, e incluso un viaje con caravana, del que sacaron muchas ideas para su libro de perros aventureros.
Como ves, la ansiedad canina se puede solucionar, y hay mil maneras de hacerlo. La imaginación es el límite. ¿Qué opinas tú? ¿Qué harías para lidiar con los nervios, la ansiedad o la hiperactividad de tu perrito?
Marcos Mendoza
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