Cuando enseñamos a un perro a caminar sin tensión en la correa, solemos olvidar esta recomendación y únicamente practicamos cuando salimos a la calle donde existen muchas distracciones de lo más interesantes para nuestro animal. Luchamos contra todo un universo de estímulos y competimos por ser lo más interesante cuando, no debemos perder de vista que, en la calle, todo es llamativo y nuestro perro puede tirar de nosotros porque sabe que llega al parque donde están sus amigos, porque hay algo delante o por cualquier motivo que se nos escapa… Por eso, es recomendable empezar a caminar con correa en casa, para que se convierta en un hábito más para nuestro perro y no solo sea cosa de la calle. Dentro del hogar será mucho más fácil que el perro se concentre en nosotros, sea capaz de hacerlo bien y recibir premios por ello además de ir reforzando la idea de lo que le pedimos.
La recomendación es practicar, practicar y practicar para que se convierta en una rutina más.