Eres el guardián de tu perro

No sé vosotros pero si alguien me “recomienda” cualquier método de trabajo que no cuadre con mis principios, valores y/o sensibilidad, busco y rebusco hasta dar con otro que SÍ encaje, que responda a necesidades específicas, que demuestre una sistemática sólida y coherente, pero amable y respetuosa, práctica y participativa y que ofrezca explicaciones del por qué y para qué, de cada etapa del proceso.

Suena exigente pero, creo firmemente, que es la premisa necesaria si queremos avanzar. No vale eso de “tienes que hacer esto” porque necesitamos ir más allá y cuestionar todo antes. Teniendo clara la necesidad, se hace imprescindible plantearse el porqué de cada paso, disfrutar del proceso y partiendo de aquello que quiero o necesito conseguir (objetivos), adaptarlo a la necesidad específica de sus protagonistas (aprendizaje continuo) y buscar la forma de hacerlo más eficaz para todas las partes implicadas (técnicas).

Porque es tan sencillo (y tan complicado) como eso. Lo que no te guste para ti bien porque haga daño (física o emocionalmente), merme tu autoestima, resulte desagradable o aversivo, genere desconfianza o malestar contigo o con el resto del entorno o, simplemente, porque no lo tengas claro, no lo permitas tampoco para tu perro, ya que él no lo haría.

La confianza es un pilar básico en toda relación (también con tu perro) y, construirla es un proceso en el que invertimos un tiempo y esfuerzo valiosos que no debemos arriesgar en ningún caso (plantéate, en este punto, cómo te sentirías si aquel que debe protegerte, te maltrata física y/o psicológicamente de forma reiterada...). Porque siempre hay opciones y porque debes ser TU el mejor garante de la seguridad y bienestar físico y emocional de tu compañero de cuatro patas (al fin y al cabo tu elegiste tener perro y no al revés).

Y esto me recuerda al anuncio ese que decía: “Busque, compare y si encuentra algo mejor, CÓMPRELO”. Pues eso….

Se respiran aires nuevos y eso es bueno.... Aunque hay muchas cosas aún por hacer

No sé vosotros pero si alguien me “recomienda” cualquier método de trabajo que no cuadre con mis principios, valores y/o sensibilidad, busco y rebusco hasta dar con otro que SÍ encaje, que responda a necesidades específicas, que demuestre una sistemática sólida y coherente, pero amable y respetuosa, práctica y participativa y que ofrezca explicaciones del por qué y para qué, de cada etapa del proceso.

Suena exigente pero, creo firmemente, que es la premisa necesaria si queremos avanzar. No vale eso de “tienes que hacer esto” porque necesitamos ir más allá y cuestionar todo antes. Teniendo clara la necesidad, se hace imprescindible plantearse el porqué de cada paso, disfrutar del proceso y partiendo de aquello que quiero o necesito conseguir (objetivos), adaptarlo a la necesidad específica de sus protagonistas (aprendizaje continuo) y buscar la forma de hacerlo más eficaz para todas las partes implicadas (técnicas).

Porque es tan sencillo (y tan complicado) como eso. Lo que no te guste para ti bien porque haga daño (física o emocionalmente), merme tu autoestima, resulte desagradable o aversivo, genere desconfianza o malestar contigo o con el resto del entorno o, simplemente, porque no lo tengas claro, no lo permitas tampoco para tu perro, ya que él no lo haría.

La confianza es un pilar básico en toda relación (también con tu perro) y, construirla es un proceso en el que invertimos un tiempo y esfuerzo valiosos que no debemos arriesgar en ningún caso (plantéate, en este punto, cómo te sentirías si aquel que debe protegerte, te maltrata física y/o psicológicamente de forma reiterada...). Porque siempre hay opciones y porque debes ser TU el mejor garante de la seguridad y bienestar físico y emocional de tu compañero de cuatro patas (al fin y al cabo tu elegiste tener perro y no al revés).

Y esto me recuerda al anuncio ese que decía: “Busque, compare y si encuentra algo mejor, CÓMPRELO”. Pues eso….

Se respiran aires nuevos y eso es bueno.... Aunque hay muchas cosas aún por hacer

#Perrygatos, #PerrosYPersonas, #PerrosDePerrygatos, #GatosDePerrygatos

Buzz es de estos perros con “mala suerte” pues hasta ahora no ha dado con la persona adecuada que lo vea tal y como es: Un perro: Porque Buzz es guapo, de tamaño mediano, adulto y estable, de carácter alegre y sociable con perros, gatos, personas y niños pero es un perro y, como todos, necesita atención, cariño, tiempo para salir a pasear, para hacer ejercicio físico y mental y disfrutar de la vida que se merece como buen perro que es. Si eres esa persona dispuesta a verlo como es, contacta con dan.asociacion@gmail.com ó si eres de Madrid o para adopciones Internacionales escribe a dan.asociacion.madrid@gmail.com



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