Este silencio en nuestro barrio es sencillamente delicioso.
Y nos vemos en la obligación de decirlo porque no es lo habitual, ni mucho menos es lo normal.
Pero se nota que la gente se ha ido de vacaciones, se palpa en el ambiente. Las calles están más vacías que de costumbre de día, pero de noche, calles que normalmente tienen vida completa, están silenciosas y sin atisbo de gente pululando por ellas.
Y eso, para que engañaros es fantástico, si tenemos en cuenta el continuo run run de fondo propio del centro de las ciudades que padecemos, donde la vida no para nunca y la gente parece no percatarse que el resto del mundo está intentando dormir o relajarse.
Estas fechas de agosto nos proporcionan ese pequeño remanso de paz del que casi nunca disfrutamos y estar ahora mismo, aquí con el balcón abierto, en silencio, disfrutando de esta magnífica noche estival, es una auténtica delicia...
Solo quería compartirlo con vosotr@s. El momento lo merece y no tengo mucho más que deciros, salvo que tengáis unos magníficos sueños y que descanséis.
Mañana será otro día de verano :)
Imágenes que nos inspiran, nos delatan, nos enamoran y nos mueven por dentro...
INSPIRACIÓN...
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