joxin / Flickr
Igual que con los perros, los propietarios de gatos debemos tener ciertas precauciones, especialmente cuando jugamos con ellos. Lo que siempre debemos tener en cuenta es no molestarles porque pueden sentirse atacados y podrían arañarnos como mecanismo de defensa.
Es importante que a la hora del baño se tenga cuidado con las uñas, patas y garras de los felinos...así evitaremos cualquier bacteria. Y esto es porque ahí es donde se aloja una bacteria llamada Bartonella. Cuando nos araña, pero un arañazo profundo, la bacteria puede entrar en nuestra piel y contagiarnos. Si es así, los ganglios de la axila o cuello se inflaman, y podemos presentar malestar, dolor de cabeza, fiebre y falta de apetito. Esto puede llegar a durar hasta dos meses, por lo que se recomienda una visita inmediata al médico para que nos recete antibióticos.
Esta bacteria también es transmitida por insectos como las garrapatas, las pulgas, las moscas de la arena y los mosquitos. Actualmente, hay muchas especies que crecen diariamente y son peligrosas para toda la humanidad.
Nuestro gato no nos arañará fuerte cuando jugamos con él, simplemente si se siente atacado y es molestado en exceso. Te aconsejamos que te alejes de un gato cuando está bravo, ya que sus impulsos y defensa hacen que lancen arañazos.
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