Ahí los empleados le crearon un espacio debajo de un escritorio porque ya no había lugar en las perreras. En verdad no entendemos cómo hay gente tan cruel como esta.
Con el paso de los días se dieron cuenta de algo: cada vez tenía más cosas entre sus cobijas.
Cada que voy a revisarlo, encuentro más cosas que la última vez que estaba ahí", dijo la cuidadora Caitlyn Kretsinger a la cadena KXAN.
Los empleados explicaron que Kevin roba cualquier cosa que esté a su alcance, desde juguetes, tazones de comida, dinero, prendas de ropa, cobijas y hasta un bolso.
Sin embargo, creen que lo hace por una razón: para no sentirse solo. Lo más triste es que aún no consigue familia, aunque esperemos que esta historia tenga un final feliz.
Fuente: este post proviene de Blog de Actitudfem, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
