Si observas un punto blanco en peces de agua fría, este es un síntoma inequívoco de que a tu mascota le ocurre algo y que es esencial actuar para evitar males mayores.
En este post nos ocupamos del problema del punto blanco en peces de agua fría, sus causas, efectos y métodos de solución para que tu mascota vuelva a disfrutar de un estado de salud óptimo.
Qué es el punto blanco en peces de agua fría
El punto blanco en peces de agua fría es una de las patologías más frecuentes en especies que viven en acuarios.
Se trata de una enfermedad propia de los peces, originada por un protozoo conocido como Ichthyophthirius Multifilis.
Para prevenirla o curarla, conviene conocer todos los datos esenciales de este problema de salud tan frecuente en estas especies..
Síntomas del punto blanco
El protozoo causante de esta enfermedad está muy difundido en los acuarios, por lo que gran parte de las especies acuáticas domésticas han tenido alguna vez contacto con él.
El verdadero peligro está en aquellos animales con niveles de defensas bajas, los cuales están más expuestos.
Entre las señales más comunes está el que da nombre a la enfermedad: una serie de puntos blancos que se extienden a lo largo y ancho de todo su cuerpo, sobre todo en las aletas y la cola.
Los peces afectados por este problema, además. se muestran más inquietos y nerviosos por las molestias que sufren, nadando más rápidos y buscando los distintos elementos presentes en el interior del acuario para frotarse porque sienten picores.
Si no se hace nada por acabar con esta enfermedad, puede extenderse hasta las branquias, provocando auténticas dificultades respiratorias, falta de apetito y, en el peor de los casos, la muerte.
Factores de riesgo
Como hemos mencionado, los niveles bajos de defensa pueden ser un aspecto a tener en cuenta, que pueden darse por cambios repentinos de la temperatura del agua o por episodios de estrés.
Cambios de temperatura del agua
Los peces suelen sufrir el punto blanco cuando es recurrente el cambio de temperatura del agua, cuando disminuye o se repite en ciclos día/noche.
Estos cambios repentinos generan una bajada considerable de defensas que implica una serie de alteraciones fisiológicas, en lo que supone un escenario idóneo para la intervención del punto blanco.
Estrés
Este es otro factor de riesgo importante que explica el debilitamiento del sistema inmunitario de los animales marinos.
Entre los motivos más frecuentes de estrés en los peces domésticos, se encuentran los siguientes:
Cambios bruscos en las características del agua.
Parámetros del agua incorrectos.
Manipulación y traslado de los peces inadecuado.
Mala alimentación.
Agua en mal estado o limpieza del acuario incorrecta.
Estos aspectos les hacen más propensos, no sólo al punto blanco, sino a muchos otros hongos, bacterias, virus o parásitos que puedan mermar su estado de salud y su bienestar.
Además de los cambios de temperatura, los niveles bajos de defensas y el estrés, que son las causas principales, también puede darse por una mala alimentación, un exceso de peces en el acuario, una mala calidad del agua, falta de oxígeno o exceso de nitritos.
Medios de transmisión del punto blanco
Es conveniente conocer cómo se propaga la enfermedad del punto blanco para garantizar unos cuidados óptimos.
Lo cierto es que este protozoo se adhiere a la piel del animal, ante lo que su cuerpo reacciona generando una capa inflamatoria alrededor de él, un trofonte que es muy complicado de tratar.
Una vez el protozoo ha madurado, se desprende del pez y se precipita al fondo del acuario como un tomonte, donde se multiplica hasta por 10.
Cuando está listo, el tomonte se abre y libera a centenares de terontes, los cuales buscan nuevos peces en los que adherirse.
Este es el momento crucial para tratar de erradicar el protozoo del acuario, un proceso que dura hasta 48 horas durante las cuales es conveniente actuar.
Prevención del punto blanco
Como ocurre con tantas otras enfermedades, la prevención es lo mejor para evitar males mayores en el estado de salud del animal.
A continuación te explicamos cómo prevenir la enfermedad del punto blanco:
Evitar los cambios repentinos de temperatura del agua.
Antes de incorporar nuevos peces en el acuario, es fundamental que estos hayan pasado una cuarentena de dos semanas en un tanque diferente a unos 25ºC.
No introducir plantas procedentes de otros acuarios sin antes pasar una cuarentena de un mínimo de 4 días.
Control de la calidad del agua, procurando los parámetros óptimos en términos de temperatura, nivel de amoníaco o pH, entre otros.
Recurrir a alimentación de peces de calidad.
Cómo curar el punto blanco
Existen diversos métodos para acabar con la enfermedad del punto blanco en peces de agua fría.
La termoterapia es uno de ellos, aumentando la temperatura (siempre de manera progresiva y lenta para no dañar a los peces) para que el ciclo se acelere y el protozoo se desprenda más rápidamente. Para compensar este cambio de ambiente, conviene que incremente los niveles de oxígeno, retirar el carbón del filtro y apagar los filtros UV.
Observarás que los puntos blancos se desprenden y se van al fondo o flotando en el agua, por lo que tienes que aguantar así varios días hasta que el microorganismo haya muerto, momento en el que tendrás que volver a bajar la temperatura y cambiar el agua.
Otro remedio muy común es verter sal marina (nunca yodada) en el acuario puesto que es un microorganismo que se reproduce en agua dulce, además de que la sal genera una capa mucosa que le sirve de protección ante agentes patógenos. No obstante, conviene que consultes antes si tus peces pueden soportar esta sal y la dosis a administrar, la cual debe ser siempre proporcional.
Por último, existen medicamentos para enfermedades de los peces, entre las que se encuentra el punto blanco, que pueden ayudar a acabar con estos problemas en la especies marinas.
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