Dos participantes tuvieron que marcharse antes de tiempo por el nivel de estrés que mostraban sus amigos peludos, pero con trabajo y paciencia esperamos poder disfrutar de su compañía en próximas salidas. ¡Seguro!
Tuvimos momentos muy agradables con una gente estupenda, y aprendimos un poco más de cómo tratar algunos miedos, como por ejemplo el agua o… ¡los puentes hechos con troncos! Como siempre, el entrenamiento ético y los refuerzos positivos, ayudaron a algunos de nuestros acompañantes de 4 patas a salvar obstáculos que en principio parecían muy complicados. Al final… ¡no había quien los parara! ¡Enhorabuena!
Pero no solo los compis caninos disfrutaron de andar sueltos por el campo, algunos de ellos ¡por primera vez! y otros con problemas reactivos que supieron controlar a la perfección para hacer la mañana de domingo un agradable paseo. Los peques que nos acompañaron también pudieron aprender viendo vacas, respetando las necesidades de cada perro y por supuesto… ¡divirtiéndose!
Aquí os dejo alguna fotos de este bonito día. ¡Muchas gracias a todos por asistir y hasta pronto!