En el 2012 falleció mi perrita Tara. Fue muy duro para mi.
Tara vivía en casa de mis padres y yo hacía dos años que me independicé y, aunque en mi casa no tenía animales, era como si los tuviera porque vivimos muy cerca y yo la veía todos los días.
Al irme a vivir con Rubén, mi chico, no nos planteamos tener animales ya que pasamos mucho tiempo fuera de casa, y a los perros hay que dedicarles tiempo ( paseos,etc)
El año pasado, tuve la suerte de que se cruzara en mi camino Cristina, una enamorada de los animales.
Le estuve contando mi experiencia y me dijo que era una pena que una persona a la que le gustan tanto los animales, se privara de su compañía. Yo pensaba que después de lo de mi perrita, no estaba preparada para tener animales.
Entonces ella me habló de N.A.L.A.
Estuvo contándome el trabajo que hacían rescatando animales de la calle, y cómo darles la oportunidad de vivir en una casa, con personas que les quisieran y con las que pudieran ser felices.
Le conté que no tenía tiempo, que pasaba mucho tiempo fuera de casa y que no podía sacar a pasear a un perrito, ni dedicarle el tiempo que necesitaba.
Me dijo que porqué no me interesaba por un gato. Que por lo que la estaba comentado, encajaba más con mi estilo de vida, ya que cualquier animal requiere unos cuidados y una atención pero, a los gatos no hay que sacarlos a pasear...
Yo nunca había tenido gatos, aunque me encantaban. Siempre había tenido perros y no imaginaba en mi vida otro animal que no fuera un perro.
Me enseñó una foto de Magú y me enamoré de sus ojitos.
Al llegar a casa lo hablé con mi chico. Decidimos poner un gato en nuestras vidas.
Volví a hablar con Cristina y me dijo que Magú estaba adoptado, pero que había infinidad de gatos a los que poder adoptar. Me puso en contacto con Francis, y aquí empezó mi aventura en el mundo de la adopción.
A mi me encantan los cachorritos, pero pensándolo bien, a un cachorro había que dedicarle mucho más tiempo porque tiene un proceso de aprendizaje que un adulto ya ha pasado...
Francis tuvo la santa paciencia de resolver todas mis dudas. Me preguntó qué era lo que buscaba, características del "gato de mis sueños", me explicó perfectamente todo lo que un gato necesitaba en cuanto a cuidados y demás. Le conté un poco qué era lo que buscaba en un animal y me envió una selección de los gatos que mejor se adaptaban a nosotros, y que él pensaba que, por supuesto, nosotros podíamos aportar más.Esa selección fue de cuatro gatos de distintas edades y, entre ellos, estaba Misha.
Misha era la más mayor de todos, dos años, una gata joven a la que ya había visto en las fotos de la plataforma.
La decisión fue meditada ya que todos eran un amor y preciosos, y todos eran cachorros excepto Misha. Pero todos los gatos van a crecer y no era cuestión de cuál era más bonito, si no cuál era el más adecuado para nosotros.
Decidimos darle la oportunidad a Misha ya que se adaptaba perfectamente a nuestras preferencias, no tenía que pasar el período de aprendizaje de un cachorro y, finalmente, pensamos que un cachorro tendría más oportunidades de adopción, porque es la triste realidad.
Para nosotros las historias que hay detrás de cada animal, no fueron lo más importante. Cada animal tenía su historia pero lo que había que contar era la vida que les iba a esperar después de la adopción.
Francis me envió previamente un cuestionario pre adopción. Viendo mis preferencias, seleccionó los cuatro gatitos que vio más adecuados para nosotros ya que al trabajar con casas de acogida, conocen a la perfección el carácter de los animales.
Al decidirnos por Misha, le reenvié el cuestionario ya con la decisión final.
Tras la visita pre adopción decidimos ir a buscar nosotros mismos a Misha a Sevilla (nosotros vivimos en Madrid).
El proceso de adopción en nuestro caso, duró prácticamente todo el verano, porque empezamos a hablar con N.A.L.A en julio y aprovechamos las vacaciones en septiembre para ir a recoger en persona a Misha, para tener tiempo con el período de adaptación. Durante este tiempo estuvimos en constante contacto con Francis, que nos cuidó a Misha hasta que fuimos a por ella, siempre atento con nosotros y resolviendo todas nuestras dudas.
En septiembre, por fin, fuimos a recoger a Misha a casa de Francis. Nos enseñó todos los gatos acogidos que tenía, hacía calor y estaban en la terraza gatuna tomando el fresco. Todos estaban perfectamente cuidados.
Allí firmamos el contrato de adopción y nos llevamos a Misha a nuestra casa.
Francis estuvo pendiente en todo momento de cómo iba el viaje con Misha.
Al llegar a casa Misha empezó a explorar toda la casa y a frotarse con todo, incluidos nosotros. Hubo feeling desde el primer momento jejeje. Esa noche durmió con nosotros y, a día de hoy, sigue haciéndolo.
Es una gata buenísima. Ni arañazos, ni bufidos, ni nada de esos mitos que todo el mundo cuenta. Siempre está con nosotros pidiendo mimos, jugando y dándonos amor. Estamos encantados con ella. Se adaptó desde el primer momento a nosotros y nosotros a ella.
Es super curiosa y muy cotilla, y eso le ha llevado a pegarse un par de sustos divertidos jajaja. Es muy tranquila y cariñosa. Le encanta pasar el tiempo con nosotros.
Creo que puedo decir que es una gata feliz. Al menos, nosotros lo somos con ella.
Mil gracias a Plataforma N.A.L.A., a Cristina y, sobre todo, a Francis por su paciencia, su atención y su dedicación a los animales.
Mucha gente me dijo que porqué elegía una asociación de Sevilla habiendo tantas en Madrid.
Pues lo primero, porque fue Cristina quien me habló de ellos , yo no conocía ninguna con lo cual me daba igual; y segundo, porque cuando quieres un animal te da igual si es de Madrid, Sevilla o Cuenca. Lo importante e darles la oportunidad. En este caso, me decidí por N.A.L.A y, la verdad es que no me arrepiento y volvería a hacerlo.
Mil gracia chicos, y seguid con la labor tan maravillosa que hacéis".
El día que fuimos a por ella de camino a Madrid.
Recién llegada a casa
Su primera noche en casa.
Se adaptó a nosotros muy pronto.
Con su papi Rubén.
Siempre cariñosa y juguetona.
Una más de la familia.
Alicia García - Adoptante de Misha