El hombre contó que todo sucedió cuando tras emplear el iPad a lo largo de una hora, decidió guardarlo: el murceguillo se hallaba dentro. Antes que Syvertson pudiese hacer algo, el animal le mordió un dedo, lo que “se sintió como una picadura de abeja”.
Tras la dolorosa mordida, el hombre sacó al murceguillo de su casa, si bien poco después se percató de que exactamente el mismo estaba fallecido. Fue entonces cuando contactó a las autoridades. El anciano dio positivo de saña, con lo que fue sometido a un tratamiento antirrábico.