En Guadalajara, se puede ver de forma palpable el boom de la construcción. Cerca de la casa hay una zona que se quedó a medias: están planificadas las calles, los parques, incluso algunos edificios, pero completamente vacíos. Una zona muerta, aunque sólo de día, porque de noche debe tener toda una movida, es palpable en algunas cosas que puedes encontrar en el suelo.
Al ser una zona tan sola, los parques están prácticamente cercados y son perfectos para ir de paseo con los gordos. No somos los únicos que hemos visto esta ventaja, así que tenemos un pequeño club de amigos.
El sábado nos llevamos a Chejov y a Bella, aunque no estábamos muy convencidos de llevarla porque está malita del estómago, ella se emocionó tanto con salir, que verla parada en la puerta y negárselo era maldad.
¡Y vaya que se lo pasaron genial! Correteando a los perros más veloces, o intentando saltar sobre los más altos. Porque hay algo que tienen los bulldogs que los hacen únicos: ustedes los verán gordos, roncadores y babosos, pero son constantes, y no hay nadie que les diga que no pueden ser veloces y ágiles; cuando se proponen algo lo consiguen y son tan tercos que aunque estén asfixiados insistirán en seguir corriendo tras un galgo.
Como dicen en España, este par se lo pasó pipa.
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