El sol, la playa y los chiringuitos están más cerca que nunca, por lo que tenemos que ir preparándonos para la estación más alegre del año. Si hemos decidido que este año nuestro perro comparta esa alegría con nosotros, debemos prepararle para las vacaciones estivales.
Todos los perros saben flotar por instinto, es decir, si les tiramos al agua sabrán salir a flote sin problemas. Obviamente, nadar no es lo mismo que conseguir flotar, además los perros que se ponen nerviosos y sólo patalean es muy posible que el agotamiento les supere y pueden llegar a ahogarse si no tienen a nadie cerca que les vigile y controle. Lo ideal es que adopten una postura horizontal y muevan rítmicamente las patas para avanzar sin problemas.
¿Qué es lo que no tenemos que hacer?
El principal motivo por el que nuestra mascota puede mostrarse reticente a la hora de darse un chapuzón es porque le dé miedo ésta. Normalmente, esto ocurre cuando los perros han sido tirados al agua o tienen un mal recuerdo de alguna experiencia, por lo que los primeros contactos con el agua siempre deben ser graduales.Amalio Lasheras, adiestrador y etólogo, nos comenta que "lo mejor es empezar cuanto antes, una vez que cumpla con los requisitos de vacunación (tres meses) podemos comenzar a familiarizarle con el agua". De este modo, es muy posible que le vaya cogiendo confianza y, en poco tiempo, acabe pasando largos ratos dentro de ella. En este punto, también es aconsejable localizar una poza o un lago muy tranquilo donde puede jugar en la orilla e ir entrando poco a poco.
Aprendiendo del hermano mayor
Los cachorros cuando conviven con un perro adulto tienden a imitar sus comportamientos, esta característica podemos aprovecharla para que entre en el agua. Si nos ve dentro del agua con el otro perro pasando un buen rato, seguramente no se lo pensará dos veces a la hora de seguirnos y darse un baño junto a nosotros.El adiestrador nos aconseja que "podemos dejarle en la orilla que coja confianza y luego meterlo en brazos y guiarle con nuestros brazo en su tripa". Al estar nosotros cerca el animal ganará en confianza y le costará mucho menos coger la postura horizontal del cuerpo para nadar sin problemas. Bajo ningún concepto debemos tirarle de golpe, puesto que sólo conseguiremos que se asuste más y no quiera volver a acercarse al agua.
Los beneficios de un buen baño
La natación es un deporte muy completo y fácil de practicar junto con nuestra mascota, ya que le ayuda a ejercer los músculos y fortalecer los huesos. Amalio Lasheras nos afirma que ?este tipo de ejercicios refuerza los músculos respiratorios, aumenta el potencial del metabolismo aeróbico y mejora la coordinación". Otros de los beneficios es que esta práctica no tiene límites de edad, por lo que puede practicarla a lo largo de toda su vida.Además como la industria de los complementos para mascotas crece a pasos gigantescos, ya podemos adquirir conjuntos, gorras o gafas para que nos acompañe completamente equipado en los días más calurosos. Compartir las aficiones y excursiones estivales con nuestras mascotas es una de las mejores fórmulas para estrechar nuestros vínculos y pasar inolvidables ratos junto a ellos.
Imágenes: Ordinary Guy / Flickr, Facilisimo.com y Dogmopoliran.es.