Existe la falsa impresión de que un acuario marino es más difícil de mantener que un acuario de agua dulce. Esto es falso, cualquiera puede tener un acuario marino, aunque no tenga experiencia previa.
Tampoco nos costará mucho tiempo mantenerlo en buenas condiciones, al menos, no mucho más tiempo del que costaría mantener un acuario de agua dulce.
Aquí lo importante es el tipo de hábitat que vamos a recrear. Hay algunos realmente sencillos y que no requieren demasiadas complicaciones, así como hay peces más fáciles o más difíciles de criar en el acuario marino.
En cuanto a la elección de los peces, es cierto que hay peces marinos más fáciles de mantener, y otros que resultan más delicados, pero igualmente ese problema lo tenemos en un acuario de agua dulce. Determinadas especies de peces no son fáciles de mantener en cautividad, mientras que otras se adaptan con facilidad a la vida en un acuario.
Para comenzar con acuario marino, debemos tener en cuenta el tamaño. Un acuario marino para principiantes debería tener como mínimo unos 200 litros, es un tamaño de acuario que nos permite minimizar cualquier posible error de principiante.
A partir de ese tamaño mínimo, podemos comprar el acuario que nos guste, siempre teniendo en cuenta el tipo de peces que vamos a criar y su cantidad.
Ubicación del acuario
El acuario marino se debe colocar en un lugar de la casa donde reciba poca luz directa, o ningún tipo de luz directa.
La razón es obvia, evitar la proliferación de algas.
Colocación
Si nuestro acuario va a tener más de 300 litros, debemos revisar que el lugar elegido lo puede soportar sin problemas, así como la mesa donde lo vamos a colocar.
Como precaución y para absorber cualquier tipo de irregularidad de la superficie donde lo colocamos, o desnivel del suelo, es recomendable colocar bajo el acuario una plancha de poliestireno expandido o algunos de los materiales que para este efecto se venden en el mercado.
Limpieza
Una vez colocado en su ubicación definitiva, debemos limpiar bien el acuario. No hay que olvidar que en su fabricación se han utilizado todo tipo de productos químicos, y que en la manipulación lo habremos llenado de huellas.
Para su limpieza evitaremos productos químicos, sólo una esponja, agua clara y productos adecuados para acuarios. En su defecto, podemos utilizar lejía diluida en agua al 5%.
El agua del acuario
Una vez que el acuario ya está limpio y seco, podremos comenzar a llenarlo de agua.
Idealmente el agua que utilizaremos será filtrada por un sistema de ósmosis inversa, pero si no es posible, el agua del grifo también puede ir bien, siempre que no contenga nitratos, fosfatos, cloros ni ácido silícico.
Densidad del agua
A esta agua, hay que añadirle sal marina, o sea, primero ponemos el agua y luego la sal, nunca a la inversa.
El agua tiene llegar a una densidad aproximada de 1.025 gr/cm3.
Temperatura del agua
La temperatura del agua se debe mover sobre los 25ºC, evitando que baje de los 20ºC y que no suba de los 29ºC.
Aunque durante unos días no vamos a introducir peces en el acuario, conviene que el agua vaya tomando la temperatura adecuada.
Calidad del agua. Filtros
Para mantener óptima la calidad del agua, hay que colocar filtros. Estos filtros se pueden instalar dentro del acuario o también de forma exterior.
Los interiores pueden ser tipo rebosadero, de manera que el agua pasa de la parte superior del acuario a un filtro biológico y mecánico, que expulsa el agua en el interior del acuario, ya filtrada.
Los filtros exteriores deben ser de buena calidad y tener capacidad suficiente para realizar el filtrado.
Para los acuarios sin rebosadero y que no filtran las proteínas es recomendable añadir un espumador de proteínas, que elimina las bacterias antes de que degraden el agua y se conviertan en nitratos.
Sustrato
El sustrato, al igual que el resto de la decoración del acuario, es parte fundamental del biotopo que estamos recreando.
Aunque podríamos eliminar el sustrato, el aspecto sería de un acuario totalmente artificial.
En un acuario marino el sustrato ideal es la arena coranila.
Iluminación
La iluminación es otro punto a tener en cuenta dentro del acuario marino, ya que una iluminación excesiva hará proliferar las algas y una deficiente iluminación, redundará en la salud de los peces y todos los elementos vivos del acuario.
En el mercado hay muchos tipos de luces para acuario, incluso, el acuario que compremos puede venir con su propia instalación.
Algunas de los tipos de lámparas para acuario que se pueden incluir son:
Lámparas de vapor metálico. En este caso es conveniente utilizar lámparas D, que simulan la luz natural y evitar las lámparas NDL, blanco neutro.
Tubos fluorescentes. Los fluorescentes ofrecen un gran rendimiento luminoso, por lo que es preferible utilizar fluorescentes T5, que tienen un diámetro de 16mm.
En un acuario marino se deben instalar como mínimo dos fluorescentes, si se instalan tres, se puede añadir uno de color azul.
Iluminación LED. La tecnología LED ofrece una iluminación correcta a bajo coste. Para conocer los parámetros ideales, consulta en tu tienda habitual.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar hasta poder introducir peces en un acuario marino?
El acuario marino necesita un periodo de adaptación, hasta que las condiciones del agua son correctas para reproducir la vida marina.
Este proceso suele durar unos tres meses, en los que tendremos que ir progresivamente adaptando el acuario, y sólo cuando comprobamos que todo está correcto, podremos introducir peces y/o invertebrados.
Puesta en marcha del acuario marino
Antes de introducir ningún tipo de pez, es conveniente ir adaptando poco a poco el acuario y el agua a las condiciones óptimas.
Durante una semana debemos dejar en marcha el acuario, con todos sus elementos, sustrato, decoración, etc, funcionando con su filtro y el calentador del agua, pero sin ningún tipo de iluminación.
Al cabo de dos semanas, iremos encendiendo la iluminación del acuario de forma progresiva.
El primer día mantendremos la luz una hora, el segundo dos y así progresivamente hasta alcanzar diez horas diarias de iluminación.
Después de la primera semana que el acuario está sin iluminación, se puede añadir roca viva de arrecife de manera progresiva.
Midiendo la calidad del agua
Durante estos tres meses de preparación y puesta a punto del agua del acuario, este va a pasar por diferentes fases, hasta que las condiciones sean las adecuadas.
En una primera fase podremos observar el crecimiento de algas verdes de aspecto filamentoso, el sustrato se puede ver cubierto de diatomeas y posteriormente es posible que aparezcan algas superiores.
Puede dar la impresión de que el agua está en buenas condiciones, pero es un error. Aún no está preparada para soportar la contaminación que producen la comida y los excrementos de los peces, y si introducimos algún ejemplar, es posible que muera a los pocos días.
Durante este proceso de adaptación, debemos ir comprobando la calidad del agua en todo momento, para corregir cualquier problema, si fuera necesario.
Una vez transcurridos los tres meses aconsejados para que el agua del acuario esté en óptimas condiciones (y no hay proliferación de algas), procederemos a introducir de forma progresiva los distintos habitantes del acuario.
Alimentación
La alimentación de los peces es muy importante, tanto para los propios peces, como para mantener la calidad del agua.
Se les debe alimentar todos los días, pero sólo la cantidad que vayan a comer, para evitar que se depositen restos en el fondo del acuario.
Además de peces de agua marina, se pueden introducir invertebrados.
Los invertebrados se alimentan de oligoelementos, que se pueden añadir al agua del acuario, siguiendo las recomendaciones de los fabricantes.
Aunque no es complicado montar un acuario de agua marina, si es conveniente seguir los consejos anteriores, para que el proceso sea agradable y no tengamos ningún tipo de problema.
Peces para acuario marino
Estos son algunas de las especies que puedes introducir en tu acuario marino, y de los que he hablado en el blog:
Pez Escorpión
Pez Vaca, Lactoria Cornuta
Pez Damisela Verde, Chromis Viridis
Pez Cirujano Azul, Acanthurus coeruleus
Pez Payaso, Amphiprion Ocellaris
Consejos para cuidar peces de agua salada
Controla que el nivel de sal se mantenga en parámetros óptimos, entre 1.020 y 1.023 mg/l.
Antes de mezclar diferentes especies, descubre su compatibilidad. En cada una de las fichas, tienes su carácter y con que otros peces pueden compartir espacio.
Cada habitante del acuario necesita su espacio vital. Es importante no meter demasiados ejemplares dentro de un espacio reducido, lo que a nosotros nos parece suficiente, puede no serlo para cada una de las especies, cada una necesita un tamaño de acuario y una cantidad de agua determinada.
Asegúrate que todos los peces comen. Hay especies muy lentas y que no son buenas disputando la comida, mientras que otras son demasiado rápidas y voraces.
Vigila la iluminación. Esta tiene que ser correcta, estamos reproduciendo un hábitat natural: las horas e intensidad, tienen que asemejar el biotopo a reproducir.
La temperatura es muy importante para mantener la vida dentro del acuario. Los peces de agua salada provienen en su mayor parte de zonas tropicales, la temperatura debe estar comprendida entre 15ºC y 27ºC.
Observa la calidad del agua, realiza controles frecuentes, realiza cambios de agua periódicos y mantén limpio el interior del acuario.