Nunca me dio un problema, pasear con ella era un acto de relax, siempre sabía que hacer en todas las situaciones. Nunca había problemas de peleas, de fugas, tirones de correa, nada, era mi compañera, siempre pendiente de hacerme feliz. Y ahora, no está a mi lado.
Mi perrita especial se ha ido. No hay suficientes lágrimas para despedirla...No puedo creerlo, se puso mala anoche y hoy la he tenido que sacrificar después de intervenirla. Tenía el hígado destrozado por un tumor...y no dio síntomas.
Todos los besos que te he dado no son suficientes para agradecerte lo buena perra que has sido. Mi perra única y especial. Quédate conmigo Laida.Siempre te querré.
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