Tanto la artritis como la artrosis son dos enfermedades, bastante comunes por cierto, que solemos compartir con nuestros perros. Tanto humanos como perros sufrimos prácticamente los mismos síntomas, de ahí, que sea importante conocer la diferencia entre ambas y buscar el mejor tratamiento para asegurar la mejor calidad de vida para nuestro perro, siempre, eso sí, bajo la supervisión del veterinario.
¿Qué es la artritis en perros?
La artritis, como su nombre indica, es la inflamación de las articulaciones, mejor dicho, de la membrana que recubre la articulación, que al desarrollarse afecta a cartílagos y huesos provocando molestias y dolor. Las causas pueden ser varias: un infección bacteriana, la obesidad, un fallo en el sistema inmunológico, el envejecimiento o en razas grandes y gigantes el crecimiento de golpe de los cachorros que afecta a sus articulaciones.
¿Qué es la artrosis en perros?
La artrosis, por su parte, es el desgaste del cartílago de las extremidades de los huesos. Este desgaste provoca que los huesos rocen y provoquen que se vayan deformando con el tiempo causando mucho dolor en el perro. Las causas son: el exceso de peso, lesiones antiguas en alguna articulación pero sobretodo el desgaste por la edad.
Tanto la artritis canina como la artrosis canina no tienen cura. Aquí el tratamiento hay que centrarlo en reducir el dolor y las molestias en la medida de lo posible para garantizar una mejor y mayor calidad de vida para el animal. ¿Cómo podemos reducir el dolor?
Tratamiento farmacológico e incluso cirujano. Hay casos en los que los fármacos ayudan a reducir el dolor, pero en los casos más graves, es necesaria la cirugía. En este sentido, la relación con el veterinario debe ser estrecha ya que ningún otro profesional podrá ayudar más a tu perro.
La realización de ejercicio físico. Podríamos pensar que realizar actividad física es contraproducente, pero un perro que durante toda su vida ha hecho ejercicio físico tiene más probabilidades de tener mejor calidad de vida si padece estas dos dolencias. Mantener los paseos a menor intensidad y realizar movilidad en las articulaciones es fundamental para reducir las molestias. La natación se convierte en la mejor actividad física para perros que sufren dolencias en articulaciones y huesos.
Evitar el sobrepeso. Las articulaciones soportan el peso del cuerpo. En este sentido es imprescindible mantener al perro en su peso ideal e incluso algo por debajo en los casos más graves. Si el perro se ve obligado a cargar con más peso sobre sus patas, es evidente que realizará un sobreesfuerzo que se traducirá en mayor dolor.
Ayuda ortopédica. Para ayudar a tu perro en los paseos, nada mejor que ayudarte de arneses y dispositivos que faciliten la movilidad de perros con artrosis o con artritis.
Ayuda fisioterapéutica. Un fisioterapeuta canino ayudará a tu perro a mitigar el dolor con la ayuda de masajes, terapias de frío y calor, estiramientos, terapia láser, etc.
Superalimentos. Hay una serie de alimentos que inciden directamente en las articulaciones: cuida la alimentación de tu perro y que nunca la falte aceite omega 3 o espirulina.
Como ves, nuestros perros se merecen lo mejor, sobretodo en los últimos años de sus vidas. Han estado alegrándonos y cuidándonos cuando han podido de forma desinteresada, y ahora es nuestro turno para devolverles todo el amor que nos han dado.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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