Ojo, la halitosis no solo provoca que tu perro tenga mal aliento, también puede causarle dolor en las encías, perdida de piezas dentales y salivación excesiva.
¿Qué provoca la halitosis canina?
Fundamentalmente la falta de higiene bucodental a lo largo de la vida del perro. También puede ser causada por algunas enfermedades como por ejemplo, la amigdalitis, diabetes, sinusitis, faringitis e incluso el cáncer.
Cómo combatir el mal aliento canino
Tal y como ya os contamos en un artículo anterior, evitar que tu perro acabe sufriendo este problema en un futuro es tan sencillo como proporcionarle una buena alimentación y acostumbrarle desde una edad muy temprana a dejarse lavar los dientes.
Ya sé que lo de lavarle los dientes os ha sorprendido un poco, pero es un hábito que le ayudará en su madurez a no tener problemas de sarro o encías y a conservar completa su dentadura.
¿Quieres saber cómo hacerlo correctamente? Sigue estos sencillos consejos que te damos a continuación.
Antes de comenzar con el proceso, te aconsejamos que dediques un par de días a investigar sobre cuál es el cepillo de dientes para perros que mejor se adecua a tu mejor amigo. Una vez que te hayas decidido por un modelo en concreto y lo tengas en casa, es el momento de comenzar a mostrarle sus nuevos accesorios.
Para que sea mucho menos violento y no acabes con la mano llena de babas y sangre, lo mejor es empezar por enseñarle que la pasta no es una amenaza. Déjale que la pruebe en repetidas ocasiones y cuando la vea como algo normal, intenta introducir tu dedo con un poco de pasta en su boca.
Conseguido este paso, es hora de intentar introducir el cepillo de dientes. Para comenzar, inicia la aproximación dejándole probar la pasta. ¿Por dónde empiezo? Por los colmillos y muy suavemente de forma vertical. Cuando se acostumbre a esto, puedes empezar a cepillar los dientes posteriores con movimientos circulares. Si superas este paso con éxito, podrás cepillarle los incisivos sin problema.