Para ser policía, hay que empezar a entrenar desde muy pequeñitos. Lo más común es empezar con los cachorros cuando cumplen 45 días, y viendo cómo reaccionan en cada situación se decide a qué se dedicarán: rescate, detección de drogas o explosivos...
El entrenamiento de estos perros se realiza mediante el juego: se dedican a buscar lo que les piden sus guías, y cuando lo encuentran, reciben golosinas o un juguete como premio.
Los perros policía se dedican a estas tareas durante unos nueve años, y llegado el momento de su jubilación, se quedan en casa del que ha sido su guía y entrenador.
¿Qué te parece la utilización de perros en labores policiales? ¿Conoces algún perro policía?