Esta realidad se traduce en que las protectoras de animales se ven saturadas por el número tan ingente de animales encontrados y por el enorme gasto económico derivado de las fracturas, hernias, úlceras, pérdidas de ojos y demás lesiones por la inhumanidad de sus propietarios. En la gran mayoría de los casos, estas protectoras carecen del apoyo de la administración y se sustentan gracias a la buena fe de cientos de personas anónimas. Por otra parte, anímicamente el voluntariado se encuentra en una situación de indefensión ante una situación que se repite año tras año sin que las autoridades ayuden a establecer límites y se persiga a estos maltratadores sin escrúpulos.
Yo fui a la manifestación que tuvo lugar en Sevilla y me emocionó ver a tantos colectivos y personas individuales con un mismo deseo, el fin de la actividad cinegética, que no solo acaba con la vida de tantos animales sino que pone en peligro la de muchas personas, entre ellos agentes rurales como hace poco hemos visto en las noticias (ver aquí).
Hubo muchos turistas y locales que se interesaron por conocer esta realidad y nos hacían preguntas a lo largo de la marcha. Aún recuerdo la cara de horror de una señora portuguesa cuando le expliqué el motivo de la manifestación. Si tengo que destacar algo, he de decir que lo que más me enorgulleció fue ver el ambiente pacífico, entrañable y a la vez reivindicativo de todos los manifestantes. Había personas con sus parejas, sus hijos, sus amigos, familiares y sus perros que disfrutaron de una mañana soleada durante el paseo.
Como anécdota, contaros que fueron los niños los que mostraron una curiosidad y un rechazo total al sufrimiento de los perros denominados de caza. De hecho, la hija de una amiga se echó literalmente a llorar cuando su madre le explicó por qué estábamos allí. Uno de los niños que iba a mi lado me decía que por más vueltas que le daba no lo entendía tampoco.
La organización ha comunicado que el año que viene hay más ciudades que se unirán y convocarán marchas también. El final de este maltrato está más cerca gracias a personas como tú. Únete.
(Foto cortesía de Sebastián López)
¡DE CASA, NO DE CAZA!
¿Y vosotros, tenéis algún galgo o podenco adoptado? Comparte tu experiencia con nosotros en los comentarios o por mail: cronicasherbivoras@gmail.com