Hola amigos, ¿cómo estáis? Hoy os vamos a comentar algunas pautas en la educación y el adiestramiento de nuestros cachorros para un perfecto desarrollo. Todos sabemos que cuando son pequeños la educación y las primeras normas son fundamentales porque determinarán su personalidad futura.
Lo más importante en todo el proceso será lograr una perfecta sincronía entre el cariño y el adiestramiento para no ser “muy duros” o “muy blandos”. Esto lo conseguimos con el acertado equilibrio entre afecto y disciplina a través de un proceso de educación adaptado a las circunstancias de cada familia. La finalidad será acabar capacitando tanto al dueño como al perro para conseguir que tenga una buena calidad de vida y además, sea socialmente apto.
La educación es fundamental porque a raíz de esta se desarrolla el bienestar emocional del perro. Las normas de comportamiento en casa, aprender a controlar sus esfínteres, momentos para el juego, su espacio intimo, normas de comportamiento durante el paseo, viajar en coche…Son todo cosas que debemos enseñarle y que debe aprender desde cachorro. La base de la educación en esa etapa es fundamental para su correcto desarrollo emocional y físico.
Por otra parte y dado que nadie nace aprendido, se debe elaborar un plan educativo. Al principio es normal que todo sea cariño, con abrazos y mimos. Pero, también tened en cuenta que un exceso de este puede ser perjudicial ya que las normas se tienen que poner encima de la mesa desde el primer día. No vale el “venga va” por una sola noche. Ser un poco exigentes no significará quererlo menos.
A un cachorro se le empieza educando para más tarde adiestrar. Nunca se tiene que intentar quemar etapas demasiado rápido ya que puede causar problemas. El cachorro necesita desde el primer día de un sitio intimo, propio, que le de seguridad. Para eso es perfecto la jaula educativa o trasportín.
Educación antes de los 4 meses
Antes de los cuatro meses tienen que haber visto y realizado todas las actividades básicas que en principio hará a lo largo de su vida ya que a los cuatro meses es cuando acaba la etapa de socialización de costumbres. Cuando en esta etapa la educación es correcta será cuando alcance el bienestar.
Hay que instruirle e inculcarle conceptos desde el primer día a través del medio en donde vive y el trato con las personas de su entorno. Esto le capacitará para desarrollar todas sus capacidades intelectuales de la mejor manera.
El adiestramiento con una solida base en la educación empieza a partir de los seis u ocho meses. Se puede empezar a endurecer en esta etapa mentalmente al perro, crearle una resistencia a la frustración, y que no sea como un niño mal criado que cuando quiera algo se le dé. El dueño es siempre es el que decide, generando así un mejor vinculo entre humano y perro.