Si pensamos en el aspecto de un gato, seguro que a la mayoría de la gente se le presenta la misma imagen: un felino pequeño de color naranja y blanco. Es decir, el gato más habitual en todas las casas. Se trata del gato común europeo o mestizo, un animal que tiene su origen en especies felinas de África y Asia y que se extendió por Europa gracias a los romanos, que encontraban en él un perfecto animal de compañía.
El gato doméstico proviene del gato montés africano llamado Felix líbyca, aunque muchos especialistas creen que en él se han incluido genes del gato de la jungla africano, el Felix chaus. La mezcla de este felino con el gato montés europeo Felix silvestri daría lugar a lo que hoy se conoce como el gato común europeo. Los conquistadores llevarían al Nuevo Continente a este felino que daría lugar a su vez a dos nuevas razas: el gato europeo de pelo corto y el americano de pelo corto.
Esta raza se caracteriza por tener un tamaño medio, con un peso que oscila entre los tres kilos y medio y los cinco kilos. Su cabeza también tiene unas dimensiones estándar y rectangular, con una leve depresión a la altura de los ojos. Sus ojos grandes, redondeados y amarillos -aunque también existen otros tonos- constituyen parte de su encanto.
Pelaje y color
Tienen el pelo corto, aunque lo normal es que tengan una densa capa de subpelo añadida. El hecho de que un gato mestizo tenga pelo largo se deriva de los cruces con otras razas. Aunque el tipo medio es negro atigrado, estos felinos se caracterizan por tener mezcla de colores, predominantemente blanco y amarillo o naranja.
Dependiendo del pelaje y el color, podemos distinguir entre gatos atigrados o romanos, que tienen las típicas rayas oscuras y color pardo que caracterizan a esta raza. El gato europeo jaspeado o tabby tiene tres rayas oscuras a lo largo de la línea dorsal y en los costados, un dibujo en forma de concha, con el mismo tono anaranjado que el gato romano.
Además, existen los gatos unicolores, negros, blancos o rojos generalmente; bicolores o tricolores, ya sean de manchas grandes o pequeñas. Existen algunas peculiaridades, por ejemplo, que los tricolores y cuatricolores son sólo hembras, y que en el caso de que exista esta variedad en los machos, suelen ser estériles.
Un carácter astuto y observador
El comportamiento de esta raza se caracteriza por su gran capacidad de adaptación a diferentes circunstancias. Es inteligente, buen cazador -de ahí el tradicional uso que se le ha dado como cazador de ratones en las casas- y muy cariñoso. Normalmente son tímidos y desconfían de los extraños, pero de buen carácter para los dueños y fácil de educar.
En su trato con el hombre, los gatos europeos han desarrollado un carácter muy peculiar, de fuerte temperamento. Su cría y trabajos domésticos le han ido convirtiendo, cada vez más, en un animal menos individualista y más próximo a la familia.
En el caso del gato común europeo, suele vivir unos quince años. A partir de los 19 meses se considera que esta raza se encuentra en la edad adulta, siendo la etapa púber, entre los 11 y los 18 meses.
Este felino no requiere excesivos cuidados. Es un animal muy agradecido y fuerte, resistente a las enfermedades, juguetón y sociable, que en poco tiempo será el mejor amigo toda la familia. Siglos de convivencia con el hombre le avalan.