La primera regla de socialización que debes mantener con tus mascotas es que ellos sientan confianza contigo que eres su dueño, este buen tacto se logra con mimos y cuidados. Esto puede llegar a tranquilar hasta a las personas. Pero no solo ronronean cuando están contentos. También lo hacen cuando sienten malestar. Sobre todo si no se refriega con sus dueños sino que lo hace estando él solo.
Para estos casos lo mejor es que logres conocer al detalle como es el sonido, a veces cambia y se siente diferente cuando se trata de un malestar, identifícalo y llévalo al veterinario podría ser debido a un dolor. Así, podréis volver a tener a un gato feliz y contento en casa. ¿Os ha pasado algo parecido con vuestros gatos?
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