El criador de Bertram aseguraba que, al no cumplir los estandares de la raza pomerania, no podría venderlo y por ello le abandonó. La rescatadora de animales que le recogió consiguió publicar a este precioso perro en la web petfinder.com y su dueña, Kathy, decidió que este tenía que ser el perro que le hiciera compañía.
Tan segura estaba que no dudó en hacer un viaje de más de 2.100 kilómetros, de Nueva York a Oklahoma, con la única intención de que Bertram fuera parte de su vida. Lo quería junto a ella para uno de los momentos más importantes de su vida, la inauguración de la galería de la que es dueña, llamada "The Hole". En todo el evento muchas de las miradas fueron a parar al pequeño perro, que parecía haber nacido para ser el centro de atención y llevó con la mayor naturalidad del mundo estas visitas.
Kathy se lleva consigo a Bertram a todas las ferias de arte que puede, sean en la ciudad que sean. Este perro puede disfrutar de su cariño y de la vida viajera de su madre humana. El amor por Bert y los perros de Kathy hizo que 'The Hole' sea una galería en la que los visitantes pueden llevar a sus perros cuando la visitan sin ningún temor.
Está claro que su criador no fue capaz de ver que los centímetros que le sobraban a Bert de pomerania eran de un verdadero artista, ¿no creéis?
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