Hoy os traemos una historia de esas que generan impotencia pero que al final cuenta con un final feliz.
La historia es la de una vieja Coquer que vivía con un labrador.
Un día, ambos perros, que vivían juntos en la casa, decidieron salir de paseo sin el consentimiento de sus dueños y se perdieron. Durante horas, vagaron juntos por las calles sin separarse hasta que los miembros de una perrera se dieron cuenta que estaban perdidos y los llevaron al refugio.
Una vez allí y después de darles comida y agua las personas que estaban cuidándolos se percataron de que Cokie y su amigo tenían chapas de identidad que hicieron que las personas del refugio se pudieran poner de acuerdo con sus dueños para que fueran a recogerlos.
Una vez que llamaron a sus dueños, ellos se personaron en el refugio de animales, sin embargo, solamente quisieron llevarse a uno de los perros y no a los dos que se habían escapado, lo que dejó a la vieja Cokie llorando desconsolada, viendo como sus dueños se llevaban a su amigo y ella era abandonada en el refugio.
Ante la mirada atónita de las personas de la perrera, los dueños de cokie se marcharon sin mirar atrás.
Sin embargo, nos preguntamos cómo es posible que los dueños de la perrera viendo como despreciaban al pobre animal que les había dado su vida era despreciado de esa manera, dejaron que se llevara a otro ser vivo.
Cuándo la historia de este precioso Cocker se hizo viral, una asociación de animales acogido a la perrita, porque ya sabemos que pasa con los perros viejos ( y no tan viejos) en las perreras. Una vez con ellos, le hicieron todo tipo de pruebas de salud y en ese momento, la asociación se dio cuenta que la vieja perrita a la que habían abandonado estaba enferma de cáncer y entonces todo tuvo sentido. Los dueños de la perrita no habían recogido a su amiga porque estaba enferma.
Pocos días después, la perrita encontró un nuevo hogar con una joven y su familia, en el que podrá vivir tranquila para siempre. La familia, ya comenzó a darle un tratamiento para que su calidad de vida mejore el tiempo que le quede.
A su vez, Cokie no podrá ser dada en adopción, ya que la asociación la ha nombrado como perro del programa de huéspedes permanentes y en este lugar siempre tendrá un hogar y será cuidada por el resto de los días.
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