Juntos desde siempre, estos dos pequeños antes vivían en la calle. Cuando sus actuales dueños los rescataron, Ku, el gato, sólo tenía un año. Shino tenía 10, era una perra adulta a la que habían abandonado.
Actualmente, Ku tiene 7 años y Shino ¡17! Hace aproximadamente 3 años, a Shino le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer y empezó a molestarle que su hermano gato estuviera tan encima de ella. ¡Pero ahora no puede vivir sin él!
Uno de los síntomas que tiene esta enfermedad de demencia en perros, es la inquietud. Cuando empeoró su enfermedad, Shino tomó el hábito de andar dando vueltas sin parar. Y Ku, no podía ver como su amiga perrita sufría de esa manera. Así que, cada vez que comenzaba a dar vueltas, se ponía delante de ella para que no pudiera seguir andando. Lo más curioso es que nadie le enseñó a hacer esto. Fue un comportamiento instintivo que salió de Ku para hacer bien a su querida Shino.
Pero eso no es todo. Como la perrita es muy mayor, también sufre ataques de epilepsia. Cuando esto sucede, Ku se tumba encima de ella con delicadeza, para tranquilizarla. ¡Y funciona!
Incluso, cuando hay veces que el cuerpo de Shino flojea, su hermano gato se pone debajo de ella para sujetarle la cabeza y que no se caiga. ¿No es un enfermero maravilloso?
La única debilidad de Ku es la comida de perro. Cuando sus dueños dan de comer a Shino, que ya no es capaz de comer por sí sola, Ku mete la zarpa... para ver con lo que puede arrasar.
Pero por lo demás, Ku es un felino que dedica casi todo su tiempo gatuno en cuidar de Shino. ¡Todas las noches se tumba con ella hasta que se queda dormida para evitar que se sienta sola!
Shino y Ku no son las únicas mascotas de la casa, viven con 6 gatos más. Pero es indiscutible su conexión y cariño. Si quieres saber más sobre esta historia, haz click en el siguiente vídeo. ¡Te aseguramos que te encantará!
Desde luego, el mito de que los gatos son ariscos queda desmentido con esta preciosa historia, ¿no crees?