La respiración artificial es una técnica salvadora que se realiza cuando un perro ha dejado de respirar. El corazón, mientras tanto, puede o no estar latiendo. Las dificultades respiratorias no sólo son un problema potencial por sí mismas, sino que pueden ser un indicador secundario de otras condiciones más graves en otras partes del cuerpo. Por lo tanto, es importante que usted trate las dificultades respiratorias seriamente, incluso las menores.
Puede requerirse RCP completa ( reanimación cardiopulmonar ) si hay compromiso cardíaco.
Primera causa
El choque, las infecciones bacterianas en los pulmones, el golpe de calor, el hinchazón, la dirofilariosis y el mal funcionamiento respiratorio pueden causar dificultades respiratorias, al igual que las obstrucciones en las vías respiratorias.
Cuidado inmediato
Existen dos métodos para la respiración artificial: la compresión y la reanimación boca a nariz.
Método de compresión
Esta técnica de Respiración artificial aplica fuerza a las paredes torácicas, moviendo así el aire hacia fuera. El retroceso elástico del pecho atraerá el aire hacia atrás.
Compruebe el latido del corazón o el pulso del perro (siente la arteria en el lado interno de la mitad del muslo).
Coloque al perro de su lado derecho.
Tire de la lengua hacia adelante y despeje las vías respiratorias. Verifique si hay partículas extrañas en la boca o la garganta.
Coloque las manos sobre el pecho y presione firmemente hacia abajo. Usted debe ser capaz de oír el aire que se mueve hacia fuera.
Deje de presionar y escuche que el aire se mueva.
Repita hasta que el perro comience a respirar por su cuenta.
Resucitación boca a nariz (Use esta técnica si el método de compresión no funciona)
Respiración artificial para perros de menos de 14 kg (cachorros o perros pequeños):
1: Coloque al perro en su lado derecho.
2: Tire de la lengua hacia el frente de la boca, justo en línea con los dientes caninos para que pueda cerrar la boca sin que se pueda morder la lengua.
3: Compruebe si hay partículas extrañas en la boca o en la garganta y limpie las vías respiratorias.
4: Ponga su boca cerca de la nariz y poco a poco golpee aire en las fosas nasales hasta que vea que el pecho se expande. (Cualquier exceso de aire será liberado a través de la boca del perro.)
5: Retire la boca y permita que los pulmones se desinflen.
6: Si el pecho no se expande, sople con más fuerza, cerrando la mano alrededor del hocico para sellar los labios.
7: Repita los pasos 4 y 5 cada dos o tres segundos hasta que el perro comience a respirar por su cuenta, comprobando el pulso una vez por minuto.
8: Si el corazón del perro se detiene, use los procedimientos de CPR y de respiración artificial.
9: Busque la ayuda de su veterinario o un hospital de emergencia tan pronto como sea posible.
Respiración artificial para perros de más de 14 kg o 30 kg (perros medianos y grandes):
Siga el mismo procedimiento que el de un perro pequeño, excepto que los labios del perro deben mantenerse cerrados en el inicio del procedimiento. Selle la boca cerrando la mano alrededor del hocico y soplando una vez cada tres segundos.
.