El zorro del desierto, también conocido como fénec, feneco o Vulpes zerda (nombre científico), es una especie oriunda del norte de África. Pertenece a la familia de mamíferos cánidos, a pesar de ser el miembro con menor tamaño (pesa aproximadamente 1 kg).
A excepción de las inmensas orejas -en proporción al cuerpo-, su tamaño es minúsculo, además de adoptar un comportamiento similar al perro (una vez domesticado) y una encantadora apariencia que forma parte de algunos de los factores responsables de su popularidad.
Probablemente os hayáis topado con imágenes suyas en las redes sociales: cada vez es más usual adquirirlos como "mascota exótica" pero, ¿es realmente buena idea?
Hábitat
Son animales nocturnos cuyas condiciones somáticas corresponden a una perfecta aclimatación con el entorno desértico que ocupan. Se sienten cómodos en ese ambiente, por eso no conviene trasladarlos a nuestros hogares. Acostumbran a cazar su propia comida, peculiaridad muy difícil de recrear en espacios limitados.
Probabilidad de fuga
Dispone de unos sentidos muy agudizados, que le ayudan a satisfacer sus instintos de caza y escapar de depredadores. Como consecuencia, son extremadamente veloces. alcanzan alturas abismales al saltar y poseen una gran capacidad de excavación. Por ende, mantenerlos en un patio o similares va a tornarse en un arduo propósito.
Tráfico ilegal
En España, desde la actualización jurídica aprobada en 2013, el zorro del desierto (junto con otros animales como el cerdo vietnamita) se declaró como especie invasora, por ende, su posesión, comercio y transporte quedan sumidos en la ilegalidad. Sin embargo, el tráfico de este animal es muy común y su tenencia es casi tan popular como antes. Si aun con todo, decides hacerte con uno, asegúrate de documentarte, informarte y brindarle los cuidados necesarios.
Esperamos que os haya gustado. ¡Hasta el próximo post!
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