El adiestramiento de un Cocker Spaniel no es tarea fácil. Estamos ante un perro con una gran energía, en constante movimiento, cuya atención tiende a disiparse con facilidad. Hay que tener mucha paciencia con este tierno perrito de mirada lánguida y alegre comportamiento. Si nos decidimos a educarlo, será la mascota más fiel y tierna que podamos esperar.
Esta raza es muy popular en una gran cantidad de países del mundo. Seguramente se debe a su temperamento cariñoso: el Cocker Spaniel siempre está dispuesto a dar su amor y su afecto al ser humano, sea quien sea. Es por eso que no son los mejores guardianes, que digamos; si viene alguien a hacernos daño, si sufrimos un altercado o alguien se mete en casa para robarnos o algo peor, es posible que lo reciba moviendo la cola y dando saltitos de alegría antes que mostrándose defensivo ante el peligro.
Estamos ante un perro que es muy activo y juguetón pero más bien poco destructivo. No tiende a ensañarse con los muebles ni con la ropa ni zapatos, pero mejor que tenga a mano juguetes que masticar, sólo por si acaso. Tampoco es muy paciente con los niños, así que hay que tener cuidado al respecto y enseñar a nuestros hijos a no molestar mucho.
Para adiestrar al Cocker Spaniel el mejor método es el de las recompensas, o en otras palabras, el adiestramiento positivo. Utiliza señuelos o premios para enseñarle a hacer lo que quieras. A veces basta con unas caricias para hacerle el perro más feliz del mundo, así que ve variando las recompensas. Averigua lo que le gusta para que el adiestramiento sea más efectivo.
El Cocker Spaniel es un poco tozudo y se distrae fácilmente, así que hay que tener mucha paciencia. No obstante no es imposible de educar, sólo se necesita paciencia. Con amor, ejercicio, firmeza, disciplina y premios conseguirás que sea el más dócil de los perros.
Por Marcos Mendoza, adiestrador canino.