Los dueños del gato dicen que es un error, que el animal estaba inscrito en el censo como mascota. Por esto han intentado hacer lo posible para que el gato se libre de tan complicada situación, sobre todo para un minino.
Todo en balde, porque aunque Anna ha apelado a que el gato no sabe hablar inglés, no ha habido forma de que Sal se libre. Tendrá que acudir a la Corte Superior de Suffolk el 23 de marzo. ¿Qué cara se le quedará al acusado cuando vea que va a ser juzgado por un gato?
¿Qué te parece la historia? ¿Llevarías a tu gato a la corte de justicia para que actuara como miembro de un jurado?
(Foto: EFE)
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