Fuente: Imagen vía froglog
El inventor fue Richard Mason, biólogo de la vida silvestre de Maryland. Unos amigos suyos le llamaron para contarle que muchas ranas y, sobre todo, reptiles se metían en su piscina y acababan siempre muertos, pues no podían salir.
Ante este hecho, Mason diseñó un primer instrumento y se lo dio a sus amigos para que lo probaran. Este primer 'prototipo' tenía una base de espuma en vez de un inchable y le salvó la vida a unas 50 ranas, 47 sapos americanos y 3 ranas verdes. Tras varias mejoras creó el actual Froglog.
Fuente: Imagen vía froglog
Al ver que funcionaba bien, decidió dárselo a otros amigos para que lo probaran. Entre ellos también fue un éxito. Alguno, incluso, asegura que no volvió a ver una rana muerta en su piscina, cuándo el mismo veía al menos 6 cada semana.
Por tanto, Richard Mason se atrevió a comercializarlo y ahora lo vende y salva vidas no solo de ranas....
¿Qué os parece el invento? Sencillo a la parte que ingenioso y útil, ¿no lo creéis?
Fuentes: Froglog / upsocl
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