A la mayoría de los perros les encanta jugar y divertirse. Pero, muchas veces un juego puede terminar siendo una travesura y, ¡sin querer! Este gracioso perro decide celebrar una fiesta del agua cuando su dueño no se encuentra en casa.
Su dueño dejó la manguera abierta para regar el jardín. Sin embargo, ¡este perrito pensó que mejor sería regar el salón! En su afán por divertirse, entró la manguera en casa. Y claro, todo terminó empapado.
El animal rápidamente se da cuenta de que lo que ha hecho está mal e intenta poner remedio a la situación. Al principio, tapona la salida de agua, pero falla. También descubre que beberse el agua no es la solución...
Tras unos minutos de indecisión, coge la manguera con la boca y la pasea por la casa hasta la salida. ¿El problema? ¡Terminó mojando todo todavía más!
No te pierdas el vídeo con la travesura de este perro, ¿cómo crees que habrá reaccionado su dueño?
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