Dentro del mundo de los caballos, existen ciertas disciplinas que permiten mostrar a estos animales inmersos en un contexto que multiplica su belleza. Gracias a las exhibiciones, somos capaces de admirar toda su nobleza y majestuosidad. Un ejemplo es la doma clásica -también conocida como dressage-, considerada una de las más perfectas y armoniosas disciplinas en el mundo del equino.
La Doma Clásica se caracteriza por los movimientos que se convierten en todo un espectáculo de belleza y sensibilidad, mostrando un total equilibrio entre jinete y caballo. El objetivo de este arte es que el animal se vuelva tranquilo y sumiso para poder alcanzar una perfecta simbiosis, y así lograr entender y comprender al equino al tiempo que se consigue disfrutar de un deporte bello y hermoso.
Orígenes militares
Consideramos al entrenamiento militar la cuna de la doma clásica. La vida de los soldados de la Antigua Grecia dependía de la agilidad y rapidez con la que sus caballos reaccionaran en el campo de batalla, fines para los que eran entrenados a conciencia.
Una de las primeras menciones a esta disciplina de adiestramiento la encontramos en el sistema descrito por Jenofonte en el 430 a.C. El general e historiador griego nos habla de movimientos como el "piaffe" y el "passage", que continúan empleándose en grandes competiciones.
La historia olímpica de la doma clásica data de 1912, aunque hasta 1952 no podían competir más que los hombres que fueran oficiales de caballería; a partir de esta fecha pudieron participar tanto hombres civiles como mujeres.
Perfección a través del entrenamiento
Para conseguir la perfección en esta disciplina es necesario un arduo entrenamiento, además de la paciencia y calma del jinete. En una primera fase se ha de instruir en la equitación básica para, posteriormente, acostumbrar al caballo a los mismos. Después se incide en la enseñanza de pasos como el piaffe: un trote muy elevado, que el caballo realiza en su lugar sin avanzar.
El característico trote a cámara lenta, donde un par de patas permanecen en el suelo, mientras las diagonales opuestas se hallan levantadas en el aire, toma el nombre de pasage. Igualmente, tiene lugar la instrucción en el paso denominado "pirueta", con objeto de que el caballo vuelva sobre sí mismo.
Movimientos de mayor dificultad son la "capriole", donde el equino hará un brinco con las patas delanteras y las traseras estiradas; la "ballotade", donde se suceden los brincos con las cuatro patas dobladas y, por último, la "croupade", en la que también existen brincos por parte del caballo pero actuando con las patas colocadas bajo el vientre.
El jinete habrá conseguido la perfecta rectitud, exactitud y equilibrio cuando el equino esté en permanente impulso, obedeciendo con calma, sin confusión, ni resistencia.
Datos sobre la competición
Las pruebas de doma clásica tienen lugar en una pista blanda de 60 metros de largo por 20 de ancho. Tres jueces son los que evalúan los movimientos del equino, penalizando en el caso de que pase determinado tiempo límite o se cometa algún error.
Son varias las reglas cuando se habla de este deporte. Una de las más importantes es que el equino tenga más de seis años de edad. Respecto a la estética del animal durante la competición, está permitido recoger la crin y la cola del caballo mediante trenza o moños, pero está prohibido el empleo de vendas, protectores o fusta.
En cuanto a la imagen de los jinetes, señalar que los civiles deben emplear obligatoriamente el frac de color oscuro mientras que los militares llevarán el uniforme oficial de gala. Es imprescindible el sombrero de copa o la gorra militar, así como los guantes blancos. Están autorizados a participar en este tipo de certámenes tanto hombres como mujeres. Además, se realizan pruebas individuales y por equipos.
Imágenes: El Coleccionista de Instantes, El Coleccionista de Instantes, El Coleccionista de Instantes, ValenciaCaballo, jacilluch / Flickr.