Seguramente te habrás dado cuenta de la cantidad de esquinas en la ciudad que están cubiertas de polvos de azufre. Me refiero a aquellas esquinas con polvos amarillos que los propietarios de las viviendas o locales utilizan para repeler los orines de los perros.
Pues bien, esta práctica que está totalmente prohibida en las vías públicas, y que por tanto, se puede denunciar, puede resultar muy tóxica para los perros y para los ciudadanos. Estas normas vienen regidas por los ayuntamientos en las que se tipifica claramente que no se pueden verter químicos en las vías públicas. Es decir, que tanto si echas azufre como si lanzas el agua de fregar de un cubo en una acera, puedes ser fácilmente denunciado.
El azufre en polvo se suele utilizar por los agricultores para combatir las plagas en las cosechas, pero algún día, a alguien se le ocurrió la genialidad de utilizarlos para evitar que los perros se orinaran en las esquinas. Pues bien, no solo no sirve para repeler los orines, sino que estos polvos pueden ser inhalados por el perro pudiendo sufrir desde conjuntivitis, inflamación de la mucosa nasal, asma, problemas respiratorios, ulceraciones, dermatitis, etc.
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Por tanto, si observas que en tu ciudad hay aceras y esquinas cubiertas de estos peligrosos polvos, evita que tu perro se acerque. En este sentido, dentro de la ciudad siempre debes llevar a tu perro con correa, jamás suelto. De esta forma, podrás prevenir futuros incidentes.
¿Qué puedes hacer si encuentras en las aceras o esquinas de tu barrio azufre en polvo? Lo mejor es hablarlo por las buenas. Si sabes quién es el responsable, lo mejor es hablar con esta persona y proponerle otras alternativas, así como informarle de que lo que hace es denunciable. Una alternativa es concienciar a la gente del barrio de que sea cívica. En este aspecto, que haya azufre en las esquinas y aceras de las calles no es por culpa de un desaprensivo, sino por nuestra culpa como propietarios. Debemos ser cívicos y no ensuciar las calles sin ton ni son.
Cuando salgas con tu perro a pasear y a hacer sus necesidades, dirígete directamente a los pipican, parques caninos o descampados donde los orines no sean una molestia e insalubridad para los humanos y recoge todas las cacas. Tu perro no tiene por qué estar orinando cada farola o esquina que encuentre. Recuerda que tú mandas en el paseo.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino "Cómo Educar a un Cachorro"