Mudanza con gatos, cómo ha sido nuestra experiencia

Una mudanza con gatos puede ser una situación muy estresante para ellos que son tan sensibles a los cambios. De repente se encuentran en un lugar desconocido con olores y ruidos nuevos y sin tener un lugar seguro donde refugiarse.

¿Cómo ha sido nuestra experiencia?

gata tumbada
Nuestra mudanza se hizo de forma más o menos progresiva a lo largo de 3 semanas. Comenzamos a prevenir el estrés suministrándoles Zylkene y colocando difusores Feliway en casa una semana antes de empezar a mover cosas.

En casa no mostraron grandes síntomas de estrés, aunque si estaban algo más nerviosos, pero conocían el lugar y sus cosas (rascadores, areneros, camas…) se mantuvieron en los mismos sitios en todo momento lo cual les daba seguridad.

En la casa nueva colocamos difusores de Feliway Optimum y Feliway Classic 10 días antes de nuestra primera noche aquí. Dejamos para el último momento, como ya he comentado, sus cosas y lo imprescindible con la intención de traerlo todo por la mañana y a continuación venir con ellos pero la cosa se alargó. Finalmente no llegaron a casa hasta las 6 de la tarde.

Antes de traerlos distribuimos sus cosas por toda la casa. Pese a que íbamos a modificar algún arenero y rascador las primeras semanas trajimos los antiguos para que se sintiesen más seguros. También mantuvimos la ropa de cama y mantas de la otra casa para que reconociesen el olor.

Preparamos dos habitaciones, una para Zelda y otra para Link, y los llevamos directamente a ellas con una latita y chuches. Link enseguida salió del transportín, se comió su lata y se puso a explorar pidiendo salir de la habitación por lo que abrimos la puerta.

Pese a que nuestra expectativa, conociendo sus reacciones ante lo desconocido, era que lo pasase mal enseguida investigó todos los rincones de la casa y se hizo dueño y señor de la ventana del salón y la cama encima de la estantería para tener todo controlado.

A Zelda le costó más. Se quedó escondida en el transportín y no quería moverse ni comer. Le dimos un tiempo de tranquilidad y viendo que seguía muy nerviosa se me ocurrió darle acceso a su lugar preferido en la otra casa: mi ropa.

Moví el trasportín al dormitorio principal y lo coloqué justo delante del armario abierto y en un momento había entrado a tumbarse entre mis jerséis. Se quedó ahi durante un par de horas pero ya se le notaba más tranquila y curiosa y justo antes de la hora de dormir salió a explorar la habitación.

Para que no tuviese que moverse mucho le dejamos a su alcance arenero, comida y agua durante los primeros días. Ella decidió que nuestra habitación y el salón-cocina (que está al lado) eran lugar seguro y de vez en cuando se aventuraba a salir del armario y explorar esa zona.

Le costó aproximadamente una semana explorar toda la casa y ante cualquier ruido iba corriendo al armario a esconderse. Poco a poco fue cambiando su lugar seguro a una cunita que colocamos debajo de nuestra cama y pudimos dejar el armario cerrado.

Después de mes y medio en la nueva casa podemos decir que ambos están adaptados a ella pero a Link el estrés inicial le afecto aumentando su actividad y provocando molestias en la zona lumbar, donde tiene antiguas lesiones, que a su vez han impedido que se relaje del todo.

Una vez tratadas esas molestias continuamos con Zylkene y Feliway hasta que las cosas vuelvan a la normalidad al 100% y ambos estén tranquilos. Además, como se acerca la llegada del nuevo bebé, mantendremos el tratamiento para intentar que les afecte lo menos posible.

Consejos básicos ante una mudanza con gatos

gato dormido
Tras nuestra experiencia en la mudanza con gatos os dejo algunos consejos que me parecen esenciales para ayudar a nuestros pequeños felinos a no estresarse en exceso:

Utilizar algún difusor de feromonas y algún relajante natural.

Trasladar sus cosas a la casa nueva en el último momento y, si pensamos cambiar algún accesorio, hacerlo cuando ya estén adaptados a ella.

Moverlos en último lugar cuando ya este todo colocado y en orden.

Proporcionarles un lugar seguro cuando lleguemos. Podemos fijarnos en sus preferencias habituales (donde suelen esconderse) para preparar algo similar en la casa nueva

Controlarles sin forzar. Una vez que lleguemos a la nueva casa, si no quieren moverse, debemos controlar que beban y coman pero no forzarles a salir de su escondite.
Si vemos que a nuestro gato le ha afectado en exceso la mudanza y no mejora lo ideal es consultar con nuestro veterinario o con un etólogo sobre como podemos ayudarle a adaptarse.

¿Te has mudado con tus gatos? Te animo a que nos cuentes tu experiencia en comentarios para ayudar a otros lectores que vayan a pasar por ello.

Fuente: este post proviene de Lucca la loca, donde puedes consultar el contenido original.
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