Con el paso del tiempo, los perros irán desarrollando diferentes patologías propias de la edad avanzada. El daño oxidativo producido por los radicales libres tóxicos lleva a la reducción de la función cerebral y puede manifestarse a través de cambios del comportamiento habitual. El 50% de los perros de ocho o más años de edad padecen uno o más de estos cambios de comportamiento relacionados con el envejecimiento cerebral.
Sólo el 12% de los dueños de los perros informan a su veterinario sobre estos signos. A medida que el cerebro envejece, el importante daño neuronal y la pérdida o la disminución de tejido cerebral que se producen, podrían estar asociados con el aumento en la producción de los radicales libres.
Cómo reconocer el problema
Los síntomas de envejecimiento cerebral, también llamado 'Alzheimer canino' pueden ser difíciles de diagnosticar durante una consulta rutinaria; estos signos pueden ser poco perceptibles pero avanzan y, lamentablemente, a menudo son ignorados o aceptados por los dueños de los perros como parte natural del proceso de envejecimiento.
Se ha descubierto que estos síntomas se pueden controlar a través del tratamiento nutricional. Es tan simple como lograr que el propietario esté atento a los mismos y que los comente con su veterinario. Si su perro tiene siete o más años de edad y manifiesta cambios característicos del comportamiento, podría padecer esta patología.
Sintomatología progresiva
Estudios recientes demuestran que los cambios del comportamiento, presentes en el 75% de los perros de siete años en adelante, se deben al envejecimiento cerebral prematuro.
Los signos DISH, patología estrechamente vinculada con la obesidad, son progresivos según se avanza en las diferentes etapas de la enfermedad. Aparecen de forma sutil y empeoran gradualmente manifestándose cada vez con mayor claridad y constancia. El perro puede terminar no respondiendo cuando se requiere su atención e incluso no lograr reconocer a los miembros de la familia.
Si tu perro tiene siete o más años de edad y manifiesta uno o más de los siguientes cambios característicos del comportamiento, podría padecer envejecimiento cerebral canino:
* Desorientación.
* Disminución de la interacción.
* Alteraciones del patrón del sueño.
* Pérdida de los hábitos higiénicos.
Utiliza la siguiente lista para identificar los signos:
Desorientación
* Le cuesta moverse por la casa.
* Parece perdido en lugares con los que está familiarizado.
* No reconoce a la familia ni los hábitos diarios.
* Disminuye su capacidad de alerta y camina sin rumbo fijo. * Se queda mirando a la pared o al vacío.
* Interacciona menos.
Disminución de la interacción
* No saluda de forma efusiva a los miembros de la familia.
* No está interesado en que lo saluden.
* Ya no reclama atención.
* Pasa menos tiempo jugando con los miembros de la familia o con otros perros.
* No responde cuando se le incita.
Alteraciones en el patrón del sueño
* Duerme más durante el día y/o menos durante la noche.
* Deambula por la casa y/o ladra sin sentido a lo largo de la noche.
Pérdida de los hábitos higiénicos
* No pide salir a la calle.
* "Accidentes" frecuentes en casa.
* Pérdida del control de esfínteres.
Cómo ayudar a combatirlo
El cerebro de los perros sufre un daño oxidativo leve aunque continuo y con el paso del tiempo su funcionalidad disminuye. A medida que la ciencia descubre nuevas formas para controlar los efectos del envejecimiento del cerebro humano, la industria de alimentación canina ha desarrollado alimentos que contienen una combinación exclusiva de antioxidantes y cofactores nutricionales.
Además, estos nutrientes incluyen vitaminas E y C, ácido lipoico y ácidos grasos Omega-3, entre otros, que ayudan a combatir el envejecimiento cerebral canino y los cambios del comportamiento relacionados con la edad: existen en el mercado alimentos que ayudan a contrarrestar los daños producidos por los radicales libres y a mantener las funciones cerebrales normales. Nutren el cerebro de su animal de compañía al mismo tiempo que este envejece.
Efectos probados
Estudios recientes, realizados por expertos alimentarios, demuestran que los perros de edad avanzada alimentados durante seis meses con determinados productos experimentaron una mejoría en su capacidad cognitiva de hasta el 58% comparada con la de aquellos que no siguieron la dieta.
Los propietarios informaron de que el 74% de perros de edad avanzada experimentaron una disminución de los accidentes en casa y el 61% demostró un aumento en el entusiasmo al saludar a los miembros de la familia. Estos resultados demuestran que no todos los síntomas del envejecimiento forman parte del proceso normal de envejecimiento de los perros, por lo que se pueden combatir a través del tratamiento nutricional.
El diagnóstico precoz y un adecuado tratamiento nutricional de los mismos, no sólo mejorarán la calidad de vida, del animal durante esta última etapa de su vida sino que proporcionará grandes satisfacciones a sus propietarios.