La osteoartritis es una de las afecciones más comunes en perros, especialmente a medida que envejecen.
Se estima que aproximadamente el 20% de los perros de un año de edad o más pueden sufrir de osteoartritis.
Esta prevalencia aumenta significativamente con la edad y otros factores de riesgo como el sobrepeso y las lesiones previas en las articulaciones.
En perros mayores de 7 años, se estima que entre el 60% y el 80% de los perros pueden mostrar signos de osteoartritis.
Aunque la osteoartritis puede comenzar a desarrollarse a cualquier edad, es más común en perros de mediana edad y mayores.
Los signos de osteoartritis suelen comenzar a notarse a partir de los 7 años en muchas razas, pero en razas grandes y gigantes, los síntomas pueden aparecer más temprano, a veces tan pronto como a los 5-6 años debido a la mayor carga en sus articulaciones.
Los problemas musculoesqueléticos en perros son una causa común de dolor y discapacidad, afectando la calidad de vida de nuestros perros.
¿Qué es la osteoartritis canina?
La osteoartritis, también conocida como enfermedad articular degenerativa, es una condición crónica que afecta a las articulaciones.Se caracteriza por la degradación del cartílago, el material que amortigua las articulaciones, seguido de inflamación y cambios en el hueso subyacente que pueden causar dolor y pérdida de movilidad.
Síntomas comunes
Los perros con osteoartritis suelen mostrar signos como:Cojera o dificultad para levantarse
Rigidez, especialmente después de descansar
Dolor al tocarse las áreas afectadas
Pérdida de interés en jugar o caminar
Cambios en el comportamiento, como irritabilidad o depresión
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis son:Edad avanzada
Raza (grandes y gigantes son más propensos)
Sobrepeso y obesidad
Lesiones previas en las articulaciones
Anomalías congénitas como la displasia de cadera
Perros castrados o esterilizados (antes de la madurez esquelética)
Diagnóstico de problemas musculoesqueléticos
Suele venir de parte del propio adoptante cuando empieza a observar los síntomas antes mencionados.Sin embargo, el diagnóstico de la osteoartritis y otros trastornos musculoesqueléticos comienza con una evaluación veterinaria completa, que puede incluir:
Examen físico detallado
Radiografías u otras imágenes como la resonancia magnética (MRI)
Análisis de sangre para descartar otras condiciones Las técnicas avanzadas de diagnóstico por imágenes están mejorando significativamente la capacidad de identificar y manejar estas condiciones a una etapa temprana, lo que puede mejorar significativamente el pronóstico para muchos perros y, por tanto, su calidad de vida.
Tratamiento y gestión de la osteoartritis
El tratamiento de la osteoartritis busca aliviar el dolor y mantener la movilidad del perro.¿Qué suele recetar un veterinario?
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) diseñados específicamente para perros
Suplementos como glucosamina y condroitina
Terapias físicas, incluyendo masajes y acupuntura
Cambios en la dieta y ejercicio moderado para controlar el peso
Innovaciones en tratamientos
Las terapias regenerativas, como las inyecciones de células madre y la terapia con plasma rico en plaquetas, están emergiendo como opciones prometedoras para manejar la osteoartritis canina.Prevención y cuidados en casa
Prevenir problemas musculoesqueléticos, cuando sea posible, y manejarlos efectivamente en casa es fundamental para el bienestar de los perros.Algunas medidas que se suelen tomar son:
Mantener un peso saludable a través de dieta y ejercicio regular
Proporcionar un ambiente cálido y cómodo para descansar
Uso de rampas para minimizar el esfuerzo al subir a vehículos o muebles
Conclusión: mejorando la calidad de vida de nuestros perros
Entender y tratar la osteoartritis y otros problemas musculoesqueléticos en perros es fundamental para mejorar y prolongar la calidad de vida de nuestros perros.Con los avances en la medicina veterinaria, ahora tenemos más herramientas que nunca para ayudar a manejar estas condiciones dolorosas y debilitantes.
Como siempre, una comunicación estrecha con el veterinario es esencial para el cuidado óptimo de nuestro perro.