Los perros juegan durante toda su vida, incluso, siendo ancianos. No pierden esa capacidad porque necesitan jugar como comer y es una necesidad fisiológica que desde que son cachorros les ayuda a forjar su personalidad.
Muchos adoptantes se preocupan porque los cachorros se pelean muy a menudo. Las peleas forman parte del juego y les ayuda a desarrollar su motricidad y su relación con sus iguales, es sanísimo, por lo que jamás debemos regañarlos, aunque se hagan daño. Forma parte de su aprendizaje vital y será la madre quien sepa ponerlos rectos si hiciera falta.
Una vez el perro pasa a nuestras casas, observaremos que no para de jugar: si no tiene juguetes, ya encontrará la forma de divertirse con otros objetos: zapatillas, cojines, alfombras… todo lo que encuentre a su paso, de ahí que una vez se plantee tener perro, los juguetes ya estén en casa para él y evitar así posibles incidentes. En este post hablo de los mejores juguetes para un perro.
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Sin embargo, el perro es una animal muy social que no debe jugar solo con lo que tenga a mano. Debemos procurar de forma diaria interactuar con él jugando y dejando que juegue con otros perros. Y es que con el juego, el perro no solo agota energía al ejercitarse, sino que libera endorfinas, lo que repercute en un estado más feliz, fortaleciendo incluso su sistema inmune. En resumen: cuanto más juegue tu perro, más feliz y sano estará.
Pero, ¿qué tipo de juegos? Está claro que no todos los juegos divierten a todos los perros por igual. Hay quienes disfrutan con una pelota y otros que no les hacen caso. Observa a tu perro y descubre qué juegos (esconder cosas, saltar obstáculos, revolcarse en la arena, correr por el campo, etc.) y qué juguetes son los que le divierten (pelotas, peluches, frisbees, etc.). Un perro no necesita más de tres juguetes en su día a día, eso sí, ten en cuenta que un estudio científico descubrió que a nuestros perros les encanta estrenar juguetes. Ojo también a la edad del perro, ya que no es lo mismo jugar con un perro joven que con uno anciano, luego su cuerpo se puede resentir y mucho.
El comportamiento más común para invitar a jugar de un perro es el de tumbarse ante otro perro moviendo la cola o también la de levantar solo la parte trasera moviendo la cola. Es una clara invitación al juego, por lo que si tu perro invita a otro a jugar, deja que pase un rato divertido. ¡Es una de las actividades más sanas que puede realizar!
Ojo a la excitabilidad en los juegos. Muchas veces los humanos erramos a la hora de jugar con nuestros perros. Es el caso de perros que se excitan demasiado con la pelota o con un puntero láser, juego por cierto que personalmente desaconsejo en su totalidad, ya que la excitación de un perro ante una pelota, piedra o peluche puede que sea muy divertido, sin embargo, debemos saber parar el juego antes de que el perro desarrolle una conducta obsesiva por el objeto en sí.
Como ves, jugar es toda una aventura, pero me quedo con que el juego es una actividad de la que tendríamos que disfrutar todos como nuestros perros, independientemente de la edad, y si es con nuestro perro pues mucho mejor. No solo nos divertiremos juntos sino que reforzaremos nuestro vínculo.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”