Cuando los perros cachorros afrontan el destete, que se hace progresivamente entre el mes y medio y los dos meses de vida, los cachorros necesitan una alimentación muy especial porque están en plena fase de crecimiento y porque tienen una actividad diaria muy intensa. Esto hace que su pienso sea muy energético, rico en grasas y proteínas, que ‘quemarán’ sin problemas por su aumento de masa y volumen y por sus continuos juegos y carreras.
Pienso para adultos: la importancia de una dieta equilibrada
Aunque no hay una fecha concreta en la que un cachorro pasa a considerarse un perro adulto, se calcula que hacia el año o año y medio de edad estos animales dejan de ser ‘bebés’. Es cierto que dentro de la etapa de madurez hay otras fases de desarrollo diferenciadas, especialmente el primer periodo que se considera de juventud, y así lo señalan muchas marcas de alimentación canina con productos específicos. En cualquier caso, conviene recordar que en esta etapa de madurez en la que el perro ya no es cachorro, lo más importante es que la dieta sea equilibrada: ya no hay aumento de masa y volumen y la intensa actividad anterior se va relajando. Por ello, estos piensos deben ser menos energéticos y calóricos.
Pienso para los ‘senior’: respetuoso con los perros mayores
Cuando el perro se hace mayor o anciano, algo que sucede en edades diferentes según la raza, la alimentación debe ser muy respetuosa con su ya curtido organismo. Lo que caracteriza a estos piensos es su bajo nivel de proteínas, especialmente para cuidar sus delicados riñones. Su aparato digestivo también es ya más especial, sobre todo porque trabaja a un ritmo más lento, por lo que los piensos han de contener ingredientes de fácil digestión. Los piensos indicados para esta etapa se suelen catalogar como ‘senior’.
Otras particularidades de los piensos
Estas tres etapas mencionadas (o cuatro si diferenciamos también la juventud) son útiles a nivel general para todos los perros, pero en realidad existen otros piensos aún más específicos según la realidad y naturaleza de cada animal. Por ejemplo,
según su peso: independientemente de la edad,
si el perro tiene problemas de obesidad o de extrema delgadez, necesitará una dieta particular.
Lo mismo ocurre con las razas especialmente activas, como las dedicadas a la caza, que demandan un consumo calórico más elevado durante toda su etapa adulta.
O incluso las perras embarazadas, que también deben alimentarse con más control durante todo el periodo de gestación.
En todos estos casos y en otros relacionados con trastornos de salud, lo ideal es consultar con el veterinario.
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